Productores avícolas de China Muerta y Senillosa finalizan el año con un marcado incremento en la producción, impulsado por la alta demanda que tiene un producto que ya es reconocido por su calidad y crianza responsable. Faenan más de 3.000 aves por mes.

La Planta de Faena de Aves de China Muerta procesa actualmente entre 3.000 y 3.500 pollos mensuales, garantizando estándares de calidad e inocuidad alimentaria en cada etapa del proceso.

La producción, sostenida durante todo el año, alcanza picos en otoño, primavera y verano, mientras que en invierno se enfrenta una leve merma debido a las bajas temperaturas y la necesidad de calefaccionar adecuadamente las instalaciones.

En este sentido, la Subsecretaría de Producción viene trabajando activamente para brindar asistencia técnica y soluciones concretas. Al respecto, el subsecretario de Producción, Marcelo Zúñiga, destacó que “el esfuerzo y compromiso de nuestros productores avícolas es clave para sostener esta actividad, que no solo genera ingresos para las familias productoras, sino que también impulsa la economía regional”.

Afirmó que “desde la subsecretaría acompañamos este crecimiento con asistencia técnica y créditos a la producción. Es por eso que trabajamos en la mejora de las instalaciones y en las buenas prácticas para garantizar alimentos sanos y de calidad para la mesa de las familias neuquinas”.

Impacto económico regional

El crecimiento de esta actividad genera un movimiento económico mensual cercano a $45.000.000, sin contar la inversión adicional en insumos, alimentos, combustible y mano de obra, lo que contribuye significativamente a dinamizar las economías locales y fortalecer el empleo en la región.

Uno de los mayores desafíos para los productores avícolas es sostener la producción durante el invierno, período en el que las condiciones climáticas demandan instalaciones más eficientes y mejor equipadas.

La labor de los productores, nucleados en la Cooperativa Granjeros de China Muerta Ltda, ha sido fundamental para alcanzar estos resultados. Además, el trabajo articulado con el sector público y el apoyo constante en capacitación técnica han permitido avanzar en buenas prácticas productivas que aseguran la calidad y la continuidad de la producción.

La producción avícola no solo representa una fuente de ingresos genuinos para las familias productoras, sino que también fortalece el desarrollo regional, generando empleo y promoviendo prácticas sostenibles que consolidan a la avicultura como un eje productivo clave para la región.