El volcán Copahue ha mostrado señales de alguna actividad en los últimos días. Sin embargo, los organismos chilenos de monitoreo volcánico, aseguran que está dentro de los parámetros normales y mantienen el nivel de alerta en verde.
El reporte de este 16 de octubre, señala: “El Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR) a través de su Observatorio Argentino de Vigilancia Volcánica (OAVV) informa que, durante el transcurso de los últimos días se ha notado un leve incremento en la actividad superficial del volcán Copahue. Esto estaría relacionado con una perturbación del sistema hidrotermal superficial que ha condicionado la emisión de gases proveniente del cráter del volcán y el
registro de incandescencia nocturna”.
“Monitoreo visual: En los últimos días, se ha detectado la constante emisión de una pluma blanquecina y una mancha de color amarillo ubicada en la ladera este del volcán. Esto último estaría relacionado con la precipitación de azufre nativo, producto de la interacción de los gases volcánicos con la atmósfera. Relacionado con el aumento de la actividad superficial, se han recibido reportes, por parte de la población de Caviahue-Copahue, de un intenso olor a compuestos de azufre (H₂S)”, agrega el informe.
Más adelante señala: “Monitoreo Sísmológico: En base a la información proveniente de la red sismológica instalada en las inmediaciones del volcán, el registro de eventos sísmicos se mantiene dentro de los parámetros normales para este volcán. Sin embargo, asociado al aumento de actividad superficial, se ha registrado un aumento en la señal del tremor continuo, seguido de una caída de los mismos en el día de la fecha. Este comportamiento es similar al registrado en otros periodos, con actividad superficial similar”.
Luego, indica que “De acuerdo a los parámetros de monitoreo y la actividad superficial registrada, no existen evidencias concretas que permitan inferir una desestabilización mayor del sistema. En base a lo observado en periodos previos en este volcán, con similar actividad superficial, no se descarta la posible ocurrencia eventos explosivos menores. Por este motivo, es importante considerar una zona de probable afectación en un radio de 500 m, desde el centro del cráter”.
“En este contexto el volcán se encuentra dentro de los parámetros esperables para el nivel de actividad actual”, concluye.