Por: Darío Villablanca

Quisiera compartir este video que ideó, realizó, editó y presentó hoy en el acto el profe de música de mis niños. Profe de la escuela pública.

Como podrán ver hay una enorme producción técnica atrás de este trabajo, pero un enorme trabajo pedagógico también. Durante un mes mis crías me contaron el proceso: "hoy llevamos la bandera al monumento"; "hoy jugamos con globos"; "hoy grabaron nuestras voces"; "hoy bailamos con cintas". También me cantaban la canción y me explicaban como "ir más arriba con la voz".

Además del video, los pibes caminaron por una alfombra en la entrada, que además estuvo perfectamente organizada, de manera tal que cada pibito recibiera su aplauso de recibimiento; la escuela estuvo hermosamente ornamentada con banderas, adornos, carteles, fotos, telón; cada familia tenía su nombre en un banquito para ubicarse y poder ver el acto; las sillas para cada alumnito tenía unas fundas que la escuela compró con un bingo en el que los docentes trabajaron durante un sábado entre las 9 de la mañana y las 8 de la noche.

Un acto de casi dos horas, cuya preparación llevó semanas y semanas de un enorme laburo, que estaba más allá de las horas de escuela que cada maestro está en la institución, porque además, hay que preparar clases, corregir, preparar recursos, etc, etc. Siempre digo que donde más feliz he sido fue dando clases en primaria, pero que se trabaja mucho, te pagan poco y te reconocen menos.

En este 2024, sé que hay docentes que tienen salarios por debajo de la línea de la pobreza, que hay docentes que se ven obligados a hacer doble turno y que ahora aparecieron los políticos del MPN, del PRO y de La Libertad Avanza a decir que los maestros estamos mal formados y que no es un derecho enfermarse, por lo cual quieren ponernos presentismo. Usan, falazmente, el argumento de que no construyen escuelas porque se pagan suplencias.

Todo lo bueno que pasa en las escuelas es porque hay docentes que se comprometen con la educación pública y luchan contra un montón de barreras.
Y todo lo malo que pasa, tiene nombre y apellido. Averigualo vos. Tenés un celu con acceso a Internet; usalo para algo más que mandar una carita de enojado.