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La Argentina vive una severa crisis de provisión de gas. La decisión del gobierno de no invertir 300 millones en la ampliación del gasoducto desde Vaca Muerta produjo un desabastecimiento. Los problemas de pago del país para mantener el superávit fiscal, y la los ataques al presidente de Brasil, evitaron que se descargue GNL.

En definitiva, la situación derivó en la decisión tomada ayer martes en la noche, cerca de las 22, de suspender la provisión de GNC a todas las estaciones de servicio del país y algunas industrias. Por el momento, no afecta a comercios y usuarios residenciales.

"Ahora entre los barcos que hay que comprar y el gasoil para las centrales, son 1300 millones de dólares a desembolsar. El gasoducto lo terminaba con 300 millones de dólares”, dijo Emilio Apud, ex secretario de Energía de la Nación.

En definitiva, el corte alcanza a más de 300 industrias de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba.