Los perros no son sensibles a contraer dengue, pero los mosquitos sí pueden ser vectores de otras enfermedades para estos animales. Se recomienda tomar medidas preventivas para repeler a los insectos.
En las últimas semanas, el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) ha experimentado un notable aumento en la población de mosquitos, lo que ha generado preocupación por el incremento de casos de dengue. Sin embargo, además de afectar a los humanos, estos insectos también causan molestias a los perros, pero ¿pueden las mascotas enfermarse a causa de las picaduras de mosquitos, ya sea por el dengue u otras enfermedades.
Afortunadamente, el dengue no afecta a las mascotas[1], pero hay otras amenazas que pueden comprometer seriamente su salud, como la Dirofilaria immitis, también conocida como la enfermedad del gusano del corazón. Esta enfermedad es causada por parásitos transmitidos a través de las picaduras de mosquitos, que se alojan en el interior del cuerpo del animal y afectan su aparato cardiorespiratorio.
Los gusanos, que se asemejan a fideos largos hervidos, provocan daños en las arterias pulmonares aunque a menudo se los encuentra en el ventrículo derecho durante exámenes post-mortem. Su presencia puede ser devastadora para la salud de los perros[2].
Los mosquitos responsables de transmitir esta enfermedad pertenecen a diferentes géneros, entre los cuales destacan el Culex, Aedes, Anopheles y Culiseta[3]-[4]. Aunque se han detectado casos en varios países de América, en Argentina la enfermedad está presente en varias provincias, incluyendo Salta, Formosa, Chaco, Misiones, Corrientes, Entre Ríos, Santa Fe, Santiago del Estero, Córdoba, Mendoza y Buenos Aires[5].
El ciclo de transmisión de la enfermedad comienza cuando un mosquito se alimenta de la sangre de un perro infectado, ingiriendo la microfilaria (la larva de estos gusanos, que se encuentra en circulación). Después de un período de 10 a 14 días, estas microfilarias maduran dentro del mosquito y son transmitidas a un nuevo huésped canino sano durante su próxima alimentación. Una vez dentro del organismo del perro, las larvas migran hacia el corazón y los pulmones, donde se desarrollan y crecen hasta convertirse en gusanos adultos. Estos gusanos pueden vivir dentro del animal durante 5 a 7 años sin mostrar síntomas aparentes, lo que hace que el diagnóstico y tratamiento sean complicados.
Ante esta situación, el especialista Matías Garrido, Gerente de Marketing y Técnico para la Unidad Negocios de Animales de Compañía para MSD Salud Animal Argentina, enfatiza la importancia de la prevención de esta enfermedad "El tratamiento para la Dirofilaria immitis es complejo, por lo que es fundamental centrarse en la prevención. Por ello, se debe evitar que los mosquitos piquen a nuestras mascotas, y para eso es recomendable buscar soluciones profesionales con eficacia comprobada, como los collares con deltametrina. Estos collares no solo protegen contra las picaduras de mosquitos, sino también contra los flebótomos transmisores de la leishmaniasis. Lo importante de estos collares es que tienen una duración prolongada (de hasta 6 meses contra mosquitos y 1 año contra flebótomos) y pueden complementarse con otros antiparasitarios".
También es importante mencionar que los humanos pueden ser portadores de esta enfermedad, sin embargo los perros no son los transmisores directos: la infección se produce a través del mosquito cuando deposita larvas del gusano en la picadura. Estas larvas suelen morir en la piel humana, ya que no pueden completar su ciclo vital en los seres humanos y no sobreviven mucho tiempo en nuestro organismo. Por lo tanto, es poco común que se presenten síntomas en las personas[6].
"Además de la aplicación de métodos efectivos de prevención en nuestras mascotas, es esencial cuidar también el entorno que las rodea. Estas enfermedades nos recuerdan la interconexión entre la salud animal, humana y ambiental. Ante cualquier duda o síntoma visible en nuestras mascotas, como fatiga, falta de apetito o dificultades respiratorias, es fundamental acudir a un veterinario. No debemos automedicar a nuestras mascotas, ya que el veterinario es el profesional capacitado para diagnosticar y administrar un tratamiento efectivo", explica Matías Garrido.
Pese a que el verano ya se fue, los mosquitos continúan y aunque el dengue no sea una amenaza para los perros, sí lo son otras enfermedades. Por esto mismo se deben tomar acciones preventivas para el cuidado de su salud.