La familia de Daniel y Juan Cruz, los chiquitos accidentados en moto que fueron derivados de urgencia a Neuquén capital en grave estado el viernes pasado, ya despertaron y se alimentan por sus propios medios.
La situación de los dos chicos, de 8 y 10 años de edad, generó conmoción por su estado de salud y su edad. Pero este domingo llegó el alivio: ambos experimentaron una alentadora mejoría y, uno de ellos, pasó de terapia intensiva a terapia intermedia.
"Gracias a Dios a todos los que oraron por mis Pekes", señalaron.