En el suelo las imágenes muestran la enorme contaminación. Hay sectores "regados" de miles de las pulseras.

El material de las pulseras no se degrada fácilmente y, si cae al río, lo que podría ocurrir por el viento, forma microplásticos que contaminan el agua y, desde allí, a los seres humanos y animales; tanto peces como aves.

Surgen dos datos importantes: hay una empresa que obtiene ganancias genuinas de la actividad, pero que debería encargarse todos los restos y residuos que provoca la fiesta.

Pero también, pensar en utilizar materiales biodegradables para evitar el sobrecosto de la recolección que, dicho sea de paso, tampoco es millonario.

Cabe recordar que, en diversas parte del mundo están apareciendo aves muertas que tiene el estómago lleno de microplásticos.  Pero también hay seres humanos afectados por ese tema.