Por Lucía Martínez
Fuente Chequeado.com
Circula en WhatsApp una cadena con supuestas recomendaciones del Ministerio de Salud que asegura que la “variante XBB” del coronavirus presenta nuevos síntomas y “es 5 veces más virulenta que la variante Delta”.
La cartera liderada por Carla Vizzotti desmintió que se trate de un mensaje oficial del ministerio.
La evidencia científica disponible hasta el momento indica que los sublinajes de Ómicron, como XBB, no son especialmente más riesgosos que otros sublinajes que circulan.
Circula en WhatsApp una cadena con supuestas recomendaciones del Ministerio de Salud que asegura que la “nueva variante XBB” del coronavirus “es diferente, mortal y no es fácil de detectar correctamente”. Además, afirma que “COVID-Omicron XBB es 5 veces más virulenta que la variante Delta y tiene una tasa de mortalidad más alta que esta”(sic) y que presenta nuevos síntomas.
Sin embargo, esto es FALSO.
La cartera liderada por Carla Vizzotti desmintió el mensaje y recomendó informarse a través de los canales oficiales del ministerio. La subvariante de Ómicron XBB no es nueva, sino que fue detectada en Asia en octubre último. Además, la evidencia científica disponible hasta el momento indica que no es especialmente más riesgosa o más difícil de detectar que otras subvariantes que circulan, ni provoca síntomas diferentes.
La cadena fue enviada en múltiples oportunidades al número de WhatsApp de Chequeado (+54 9 11 3679-0690) para ser verificada. Además, circuló en Singapur, España y Estados Unidos, según han registrado verificadores de datos locales.
Qué es XBB
Todos los virus, incluido el SARS-CoV-2, mutan constantemente. Se identifica una “variante de preocupación” cuando se acumulan una cierta cantidad de estas mutaciones, que le permiten a los virus transmitirse mejor y/o causar una enfermedad más grave. Así sucedió con Alfa, Delta y Ómicron, por ejemplo, como explicamos en esta nota.
Esta última variante, la Ómicron, se propagó rápidamente y tuvo muchas oportunidades de mutar, por lo que adquirió mutaciones específicas propias que se conocen como sublinajes o subvariantes: XBB es una de estas subvariantes. Técnicamente, es una recombinación de las subvariantes BA.2.10.1 y BA.2.75, según detalla la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Además, la OMS informó que a principios de octubre este sublinaje tenía una prevalencia global de 1,3% y que había sido detectada en 35 países.
En la Argentina, el último boletín epidemiológico informa la detección de un solo caso de “Ómicron XBB.1”
Qué sabemos sobre su impacto
El Grupo Asesor Técnico de la OMS sobre la evolución del SARS-CoV-2 (TAG-VE, siglas en inglés) indicó que registró “un amplio aumento en la prevalencia de XBB en la vigilancia genómica regional, pero aún no se ha asociado consistentemente con un aumento de nuevas infecciones”.
“Si bien se necesitan más estudios, los datos actuales no sugieren que existan diferencias sustanciales en la gravedad de la enfermedad para las infecciones por XBB”, agregaron.
Los especialistas indicaron también que “hay evidencia preliminar que apunta a un mayor riesgo de reinfección, en comparación con otros sublinajes circulantes de Omicron”. En particular, encontraron que “los casos de reinfección se limitaron principalmente a aquellos con infección inicial en el período anterior a Omicron”.
Como indica el sitio de fact checking español Maldita, en un resumen técnico del Instituto de Métricas Sanitarias y Evaluación de la Universidad de Washington (IHME, siglas en inglés), el director de esta institución, Christopher Murray, detalla que XBB ha provocado un aumento en poco tiempo de las hospitalizaciones en Singapur.
Sin embargo, el especialista advierte que la subvariante no parece tener mayor capacidad de esquivar las defensas generadas por las vacunas o infecciones previas de COVID-19 que otros linajes de Ómicron y tampoco parece provocar una COVID-19 más grave.
No hay evidencia de que XBB sea más riesgosa
Como explicamos previamente, la evidencia científica disponible hasta el momento indica que el sublinaje XBB no es especialmente más riesgoso o difícil de diagnosticar, ni modifica los síntomas que se experimentan con la COVID-19. Las características del virus se mantienen dentro de lo identificado como Ómicron y no difieren de otras subvariantes circulantes.
Tampoco tiene una mortalidad más alta que la variante Delta. De hecho, varios estudios (ver acá, acá y acá), demuestran que el riesgo de enfermedad grave y/o muerte después de la infección por SARS-CoV-2 es sustancialmente menor para Ómicron que para Delta.
A la hora de desmentir una versión de esta cadena de WhatsApp que también circuló en Singapur, el Ministerio de Salud local señaló que, aunque aumentaron los casos, “el número de casos graves se ha mantenido bajo, posiblemente por la inmunidad conseguida por las vacunas y olas previas de infecciones”.
“Tampoco hay evidencias de que XBB provoque una enfermedad más grave. Hasta ahora, la gran mayoría de pacientes reportan síntomas leves como dolor de garganta o fiebre, sobre todo si han sido vacunados”, agregó la autoridad sanitaria asiática.
La vacunación continúa siendo la clave
En los últimos días en todo el país se habilitó la aplicación del tercer refuerzo de la vacuna contra la COVID-19 a quienes hayan recibido el segundo hace 120 días o más. Se priorizará a las personas mayores de 50 años y a las de 18 o más con factores de riesgo.
Como señalamos en esta nota, las vacunas disponibles en la Argentina han demostrado ser muy efectivas para prevenir cuadros graves de COVID-19. La evidencia disponible sobre el uso de dosis de refuerzo muestra una mayor duración de la respuesta inmune y una disminución de la hospitalización y la mortalidad por COVID-19.