El fin de semana hubo hileras larguísimas en el Diarco de Cutral Co. Una cliente que ingresó a las 11 se fue pasadas las 13. La fila para la caja le llevó más de 45 minutos, según contó.
También fue posible ver a varias familias chilenas comprando a granel. Ahora, como hicimos los argentinos hace unos años atrás, el cambio los favorece a ellos y se llevan "de todo", incluyendo víveres.
La avalancha de clientes puede tener que ver con la escalada de precios. Los vecinos salieron a stockear para evitar un poco los aumentos, pero también con la inestabilidad política y las amenazas de hiperinflación que se instalan desde el debate electoral. Es bueno señalar, que no hubo faltante de alimentos ni bebidas y que, por el contrario, había ofertas de lácteos, por ejemplo.