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Familias de pacientes con alergias alimentarias y especialistas advirtieron sobre la necesidad de contar con adrenalina para inyectar en casos de anafilaxia, una reacción alérgica potencialmente mortal, y pidieron "solidaridad" para ayudar a prevenir contactos accidentales con determinados alimentos.

Por Agustina Ramos

Familias de pacientes con alergias alimentarias, que afectan a entre 220 y 250 millones de personas en el mundo, y especialistas en la materia advirtieron sobre la necesidad de contar con adrenalina para inyectar en casos de anafilaxia, una reacción alérgica potencialmente mortal, y pidieron "solidaridad" para ayudar a prevenir contactos accidentales con determinados alimentos.

"Mi hija tiene dos años recién cumplidos. El año pasado la habíamos inscripto en un jardín pero me devolvieron la matrícula porque decían que era mucha responsabilidad para ellos cuidar que no tuviera una reacción accidental y no había nadie que se quisiera capacitar para usar la adrenalina", contó a Télam Jésica Pérez Miguel (36), psicóloga del barrio porteño de Caballito.

La adrenalina, según diversos protocolos del Ministerio de Salud, es considerada "el pilar del tratamiento" ante un caso de anafilaxia y "debe administrarse de inmediato" dado que entre otras cuestiones su aplicación dilata las vías respiratorias y estimula el sistema cardiovascular, lo que permite la recuperación del paciente.

La hija de Jésica desarrolló una anafilaxia, una reacción alérgica que afecta a más de un órgano a la vez y es potencialmente mortal, cuando tenía un año al tener contacto con crema de maní. Desde que tuvo la reacción, su familia lleva consigo un "kit anti alérgico" que cuenta con adrenalina para inyectar.

"Hasta ahora no hemos tenido que usarla pero es necesario que en todos los lugares donde vaya mi hija haya. Por eso es importante, a la hora de escolarizarla, apelar a la solidaridad de las familias para hacer su salita libre de maní, y de docentes y directivos para que puedan usar y tener su adrenalina en caso de que un error amerite utilizarlo", destacó Pérez Miguel.

Las alergias alimentarias son reacciones adversas inmunológicas que se desarrollan contra proteínas alimentarias, y el 90% de ellas son producidas por 8 alimentos, que son la leche, el huevo, el trigo, la soja, el maní, los frutos secos, los mariscos y los pescados.

En el mundo, entre 220 y 250 millones de personas pueden sufrir este tipo de alergia, la cual afecta en un 5-8% a niños y en 1-2% a adultos, según datos de la Organización Mundial de la Alergia (WAO, por sus siglas en inglés).

Sin embargo, el "Estudio epidemiológico de alergia alimentaria en una población de niños argentinos" (2020) elaborado por profesionales del Hospital Italiano de Buenos Aires (HIBA) encontró que la prevalencia de alergia alimentaria fue menor: el 0,87 % sobre un total de 23.733 pacientes menores de 18 años.

"La alergia a la leche, el huevo y al trigo en un 80% se curan antes de los 6 años de edad", mientras que "en general la alergia al maní y a los frutos secos no se cura en la mayoría de los casos", dijo a Télam el pediatra y especialista en Alergia e Inmunología Clínica Claudio Parisi, jefe de las secciones Alergia Adultos y Alergia Pediátrica del Hospital Italiano de Buenos Aires.

Estas alergias también pueden aparecer en la adultez, especialmente la del maní, la cual "está siendo más frecuente en nuestro país por los cambios en la alimentación", dijo Parisi.

"Era mucho más recurrente en Estados Unidos, donde tienen un problema grave. La alimentación vegana, comer más semillas, la pasta de maní, trajeron cambios en la alimentación. Eso generó la alergia más frecuente a frutos secos y al maní", explicó.

Alergias y síntomas
Las reacciones adversas que se desarrollan frente a determinados alimentos dependen de los tres tipos de alergia que existen, que son las mediadas por inmunoglobulina E (IgE), las no mediadas y las mixtas.

"La más frecuente es la alergia inmediata (mediada por IgE). Vos comés el alimento y rápidamente empezás a tener síntomas, muy frecuentemente en la piel como ronchas, ponerse colorado, hincharse", explicó Parisi.

A éste, acotó, "habitualmente se le suma algún síntoma de otro órgano como el dolor de panza, cólicos, diarrea o respiratorios como dificultad para respirar, sensación de tener algo en la garganta y no poder tragar bien, dificultad para hablar, broncoespasmo, o síntomas cardiovasculares como que baje la presión y pérdida del conocimiento".

"Cuando esto sucede, y los síntomas afectan a más de un órgano, estamos hablando de una reacción alérgica que se llama anafilaxia. Es temida porque tiene riesgo de muerte. Si afecta la vía respiratoria o baja la presión arterial estamos hablando de un cuadro que puede generar un shock anafiláctico", indicó.

Entre otras reacciones alérgicas a alimentos, añadió, pueden aparecer "hilos de sangre en la caca", dermatitis atópica o problemas gastrointestinales crónicos, como diarrea y vómitos.

Tratamientos
El principal tratamiento para este tipo de alergias es la prevención: evitar el alimento.

De acuerdo al artículo 235 séptimo del Código Alimentario Argentino, los alérgenos y sustancias capaces de producir reacciones adversas deben ser detallados en los productos que los contengan agregando la leyenda "Contiene..." o "Puede contener...", entre otras opciones.

"Tengo que tener especial cuidado de comprar marcas que estén correctamente etiquetadas porque lamentablemente no todas lo están, sobre todo las marcas de pequeños productores que venden en dietéticas", compartió Jésica, quien explicó que tampoco puede comprar alimentos sueltos ni salir a comer afuera con su hija por el riesgo de una contaminación cruzada.

Además, para tratar las alergias alimentarias los especialistas recomendaron "hacer un control y un acompañamiento que muchas veces requiere de más de un especialista: pediatra, nutricionista, gastroenterólogo, especialista en alergia".

"En los últimos años aparecieron nuevos tratamientos que se llaman inmunoterapia con alimentos para algunos pacientes que es darle el alimento que le produce alergia al paciente de una manera determinada para generar algo que se llama desensibilización. No se puede curar todavía pero sí evitar que tenga reacciones por accidentes", indicó Parisi.

En tanto, para tratar la anafilaxia especialistas y familias destacaron la importancia de que pacientes o sus tutores lleven encima adrenalina para inyectar y que los establecimientos cuenten con esta medicación.

"Los aviones generalmente ya la tienen. Pero las escuelas, donde habitualmente ocurren accidentes y reacciones alérgicas, son lugares donde contar con adrenalina sería fundamental", explicó Parisi, e indicó que, desde su punto de vista, este medicamento "debería estar al alcance de todos los pacientes", en referencia a su costo, que actualmente supera los cien mil pesos la dosis.

Contar con alguna de estas alergias impacta en la vida de quienes las padecen y en sus familias.

Valeria Elsa Gerez es una mujer de 40 años de la localidad bonaerense de Banfield, madre de cuatro hijos, de los cuales uno de ellos, Luca, presenta alergia a la proteína de vaca, lo cual la llevó a investigar y difundir información al respecto que publica en la cuenta de Instagram @aplvyaamarg.

"Luca está en constante estado de alerta con su entorno. Tiene que leer todo lo que consuma o toque. Para ir a casa de compañeros o cumpleaños debe llevarse vianda. Para viajar en trasporte publico debemos ver que donde se sienta no esté sucio y en verano si sube alguien comiendo helado debemos bajarnos", explicó a Télam.

Además, dijo que en su caso debe "cocinar todas las comidas" ya que "no existe posibilidad de comer afuera o pedir delivery".

"Queremos lograr una sociedad más empática y cuidadosa con el manejo de alimentos en espacios públicos", concluyó la mujer.

LA ALERGIAS ALIMENTARIAS SON CADA VEZ MÁS FRECUENTES, ASEGURAN ESPECIALISTAS
Especialistas resaltaron que las alergias alimentarias "son cada vez más frecuentes", llegando hasta triplicarse la alergia a la proteína de la leche de vaca en 10 años según un estudio argentino, producto de un "nuevo estilo de vida", donde hay más partos por cesárea, una alimentación diferente donde prevalecen los alimentos ultraprocesados y un menor contacto con la naturaleza.

La Organización Mundial de la Alergia (WAO, por sus siglas del inglés World Allergy Organization) asegura que las alergias alimentarias "van en aumento".

"Veo cada vez más alergias alimentarias. A lo largo del mundo suele decirse que se duplicó, pero nosotros no tenemos datos, salvo un estudio del Hospital Italiano que dice que ha aumentado tres veces" la alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV), indicó a Télam la pediatra especialista en Alergia e Inmunología Infantil, Karina López, secretaria del Comité Nacional de Alergia de la Sociedad Argentina de Pediatría.

Según el estudio "Prevalencia de alergia a la proteína de la leche de vaca en niños en un hospital universitario de comunidad" (2018) realizado por profesionales del Hospital Italiano de Buenos Aires, el diagnóstico de esta alergia se incrementó a través del tiempo y pasó de 0,4% en 2004 a 1,2% en 2014, es decir, se triplicó.

El estudio fue realizado entre enero de 2004 y diciembre de 2014 y registró 14.710 nacimientos, entre los que se identificaron 116 casos de niños con APLV diagnosticada desde el nacimiento y hasta un año de vida.

La alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV) es la alergia alimentaria más frecuente en pediatría, con una prevalencia entre el 1,8% y el 7,5% en el primer año de vida.

Entre las razones del incremento de las alergias alimentarias a lo largo del tiempo se encuentran "la alimentación, los nacimientos por cesárea, el poco contacto que tenemos con la naturaleza, vivir con menos exposición al sol, la comida multiprocesada, todos elementos que afectan la respuesta del sistema inmunológico", detalló el pediatra y especialista en Alergia e Inmunología Clínica, Claudio Parisi.

Las alergias alimentarias se desarrollan por una condición genética pero también pueden ser causadas por factores contextuales.

"Hay factores que son no modificables como la genética (en la etnia caucásica es más frecuente y en niños es más frecuente en varones), mientras el antecedente familiar de un pariente alérgico también es fundamental", explicó López, quien también fue directora del Comité de Alergia Alimentaria de la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica (AAAeIC).

Si bien aseguró que "ninguna teoría está confirmada", advirtió que los factores modificables son "los partos por cesárea, la ausencia de lactancia materna en los primeros meses de vida y el uso temprano de antibióticos o de antiácidos".

"La lactancia materna aporta simbióticos naturales que ayudan a la tolerancia de los alimentos", aseguró.

En cuanto al parto, explicó que "en la cesárea se contamina o se coloniza al niño con bacterias que no son buenas que están en la piel de la mamá y además todo lo que está en el quirófano y eso hace que el niño no pueda colonizarse con bacterias buenas que están en el parto vaginal".

En este sentido, con respecto al incremento de las alergias alimentarias a lo largo de los años, indicó que "una de las razones es el aumento de las cesáreas que en algunos lugares privados es de hasta el 90%".

Entre las posibles acciones para contrarrestar el aumento de alergias, nombró "promover el parto por vía vaginal y favorecer o fomentar la lactancia materna los primeros 4 a 6 meses de vida".