María O'Donnell, Romina Manguel, Cynthia García, Daniela Ballester, Natalia Volosin, Mariana Lestelle y Analía Argento se manifestaron, con diferentes enfoques, contra la intromisión en la vida privada de Florencia Kirchner y advirtieron sobre el peligro de desinformar en temas de salud.
Por Romina Calderaro
Si en la interacción cotidiana con otro el acuerdo tácito es que no se puede decir cualquier cosa, la responsabilidad para los comunicadores y comunicadoras, cuyo mensaje por su esencia está destinado a amplificarse, debería ser mucho mayor.
Y cuando alguien se pasa de la raya que divide lo aceptable de lo inaceptable es necesario repasar los límites para que no se naturalice el vale todo independientemente de los nombres propios: es el concepto de lo humano lo que está en juego.
Por eso, un grupo heterogéneo de comunicadoras con distinta formación, procedencia y cosmovisión salió a cuestionar el hecho de que en el programa de Viviana Canosa por La Nación+, ella y la periodista Laura Di Marco hayan decidido inmiscuirse con la salud de Florencia, la hija de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, al punto de asegurar -sin ningún respado probatorio ni licencia médica- que la joven padece una "anorexia nerviosa galopante" cuyo origen sería la relación con la dos veces expresidenta.
Al respecto, la periodista María O´Donnell usó su cuenta de Twitter para sentar una postura muy clara sobre lo que ocurrió: "Con la salud no se jode".
"Creo que los periodistas nos merecemos un debate respecto al tratamiento de muchos temas sin que esto sea coartar la libertad de prensa. Invito a tener ese debate, lo hemos tenido en casos de secuestros, en hechos policiales cuando se difunden fotos de la víctima y se vulnera la identidad. Sería sano y productivo que saquemos los nombres propios, que saltemos la grieta y nos convoquemnos a charlar determinados temas para ser cuidadosos", dijo a Télam a su vez la periodista Analía Argento.
Cyntia García, por su parte, consideró que lo que ocurrió excede ampliamente a las dos periodistas de LN+ que hablaron sobre Florencia Kirchner.
“A mi me parece que es un discurso de odio más. Más allá del reproche a las periodistas, hay una construcción sistemática de discurso odiante. Están generando un modelo comunicacional que construye odio. Lo que tenemos que advertir es que no podemos ser parte de un modelo comunicacional con esas características. Esto supera cualquier planteo diferencial. Es es otra cosa, te corre la vara democrática y es muy peligroso”.
La abogada y comunicadora Natalia Volosin definió el hecho con dos adjetivos: irresponsabilidad y crueldad.
“Me parece irresponsable que una persona sin tener licencia médica haga aseveraciones sobre una enfermedad que afecta a un montón de jóvenes y tampoco tiene sustento vincular esa enfermedad con la falta de madre. Lo que dijeron es falso en términos médicos. Y me parece cruel porque es una enfermedad muy difícil", dijo a Télam Volosin.
La médica internista Mariana Lestelle, que desde hace muchos años es consultada en televisión y otros medios para informar sobre distintos temas de salud, sintió la necesidad de salir a explicar que la anorexia nerviosa y la relación con la madre no están vinculadas de un modo tan obtuso como se planteó en el programa de Canosa y abrió un hilo en Twitter para explicar lo que sabe del tema.
“Yo di una opinión médica. No importa de quién hables, no hay un sesgo político en mi mirada médica. Muchos de los televidentes deben sufrir esa patología y decir que la causante es la madre es tan grave como decir que si un chico es adicto la culpa la tiene la madre. Es tan bizarro. Cuando uno habla de un tema de salud tiene que tener un conocimiento, te estoy hablando de un tema serio. Argentina está después de Japón en el ranking de países con mayores problemas alimentarios y es un trastorno policausal", comentó a Télam.
La periodista Daniela Ballester definió el episodio como "televisión vergüenza".
“Me parece que esta discusión no se trata de la grieta. Cuando fue la enfermedad de Esteban Bullrich Cristina fue la primera en llamarlo y el periodismo no hizo lo mismo. Hay un solo lado de la grieta que ataca con esto. Hay periodistas que tienen límite y otros que no. Hacer diagnósticos médicos sobre algo que no se conoce no corresponde. No me pareció que fuera la charla de dos periodistas profesionales. Son dos personas que se dedican a esto”, dijo Ballester a esta agencia.
Romina Manguel, en tanto, publicó en su cuenta de Twitter una crítica muy clara a lo que sucedió. "¿Para dar diagnósticos en los medios cual profesional de la salud no había que tener matrícula y exhibirla? ¿O vale sentarnos a decir pelotudeces que además de infundadas y delirantes confunden sobre temas sensibles?
Curiosamente -o no-, el exabrupto de la dupla Canosa-Di Marco no figura en la home del diario La Nación. A confesión de partes....