UNE difundió un documento de discusión partidaria que será la base para definir los pasos políticos de la agrupación de cara a las elecciones del 2.023. Todo indica que profundizará la Alianza con el MPN.

El documento completo es el siguiente:

El 23 de octubre de 2005, Unión de los Neuquinos (UNE) participó de su primera elección y “nació” a la vida política y social de nuestra provincia.

El ex gobernador Jorge Sobisch había convocado a una Convención Constituyente para reformar la Constitución provincial y ponerla de rodillas ante las petroleras, por entonces todas extranjerizadas. Pretendía autorizar la transferencia de la propiedad de los yacimientos y por lo tanto también del petróleo.

Un importante sector de los trabajadores que participábamos de organizaciones sociales, gremiales, de derechos humanos y religiosas, decidimos conformar un nuevo espacio partidario, ya que todos los partidos políticos convalidaban, aún con matices y diferencias, la convocatoria en marcha, a contramano de los intereses de nuestro pueblo, que se vería notablemente perjudicado si se avanzaba con la reforma a la que nos oponíamos.

Cuando se agotaron todas las vías para evitar que se consume la idea de la convocatoria, formamos un partido político que represente esos intereses, participe de las elecciones y defienda a los neuquinos y su Constitución.

Así nació UNE, diciendo “NO a la reforma constitucional”.

Participamos con ese eslogan, convertimos la elección en un plebiscito de hecho y obtuvimos la suficiente cantidad de votos para honrar la palabra empeñada e impedir que se entregue nuestro petróleo a las empresas privadas. Como decimos siempre, nuestro pueblo fue muy sabio, nos dio el apoyo suficiente para evitar la reforma (5 convencionales) pero no tanto como para que no nos agrandemos.

Pero aún más, logramos ampliar derechos fundamentales que fueron incluidos en la carta magna provincial, que hoy es orgullo de todos.

De aquel momento hasta hoy, nos guían los mismos principios y convicciones: Que la Constitución provincial sea el verdadero programa de gobierno de quienes accedan a la administración del Estado de la provincia de Neuquén, para felicidad del pueblo.

Pensamos siempre que solamente se puede llegar a un buen final si se conservan siempre las aspiraciones originales, si se defienden las ideas con convicción y valentía.

Nuestras aspiraciones originales y nuestra misión consisten precisamente en perseguir la felicidad del pueblo, ampliar sus derechos, pensando la Neuquén que viene.

Estas aspiraciones y esta misión constituyen la fuerza motriz fundamental, que estimula a quienes integramos Unión de los Neuquinos. El mayor pragmatismo posible para dar la batalla electoral y la mayor rigidez posible en sostener nuestras ideas y planes de gobierno.

Tenemos que compartir siempre con el pueblo el mismo aliento, el mismo destino y el mismo latir del corazón, considerar en todo momento su anhelo de una vida mejor como objetivo de nuestras acciones.

Por eso, este presente necesita de las evaluaciones adecuadas, para seguir tomando nuestras decisiones.

CONTEXTO ACTUAL

Cuando UNE nació, la década del 90 y su ola neoliberal eran un triste recuerdo a nivel nacional, de la mano de los primeros pasos del gobierno de Néstor Kirchner, que enmendaba la entrega de la Nación ocurrida desde finales de los años 80´s.

Sin embargo, a nivel provincial, quedarían aún dos años de mandato de Jorge Sobisch, que insistía en las viejas recetas que nos ponían ante el abismo.

A él y sus ideas nos enfrentamos, convencidos de que poco quedaba en su gobierno, de los principios sociales del movimiento popular que le permitió ganar las elecciones y convertirse en gobernador, el Movimiento Popular Neuquino (MPN).

Los trabajadores, unidos y organizados, logramos muchas conquistas, entre ellas, la nueva organización del EPEN que hoy es orgullo para todos, o la resistencia a la ley federal de educación, que nunca se aplicó en Neuquén.

Así, el gobierno de entonces bajo presión, y los siguientes gracias a negociaciones y debates democráticos, mantuvieron en Neuquén algunas conquistas que se deben destacar:

En Neuquén no se privatizaron las empresas del Estado, no se entregó la educación a la lógica neoliberal, no se renunció al dominio y jurisdicción de la energía hidrocarburífera, no se cedió ante los vaivenes nacionales y se mantuvo una organización del Estado provincial que mantiene en pie todas las herramientas para actuar en todos los órdenes.

Esa situación se mantiene hasta hoy, cuando vuelven nuevas amenazas.

El gobierno nacional se ha corrido de las propuestas del Frente de Todos (FDT) que le permitieron ganar las elecciones de 2019. En materia económica, los hechos nos demuestran que nada cambió desde el gobierno de Mauricio Macri. Es más, se consolidó la deuda y se aumentaron los montos, se pactó un acuerdo leonino e inviable con el FMI, creció la economía pero bajaron los salarios y aumentó la pobreza a niveles insoportables. O sea, tal como denunció Cristina, al final a la riqueza “se la llevaron cuatro vivos”. La participación de los trabajadores en la renta total está en un mínimo histórico del 33%, muy por debajo del 51% que tenía cuando finalizó el 2015.

No podemos hacernos los distraídos. Esto pasa hoy, ahora, nos toca a todos.

A nivel provincial, la conducción del FDT pretende convalidar esa mímesis de las acciones del gobierno nacional con las políticas de Macri en su mandato, buscando una alianza con Juntos por el Cambio (JxC) para las próximas elecciones a gobernador o con algún salvador que les permita ingresar diputados y concejales. Ello nos obliga a tomar una decisión.

Seguiremos honrando nuestras convicciones originales. Seremos frentistas como siempre, sin cambiar las ideas, aunque cambien los aliados.

Hoy, la provincia de Neuquén tiene muchos desafíos, mucho por defender y mucho por mejorar.

En esa cuenta, con lo que tenemos ya ganado, lo que tenemos que defender y lo que tenemos que mejorar, la decisión no nos permite dudar.

No podemos seguir convalidando el deterioro de la calidad de vida de nuestro pueblo.

Es cierto que tanto el sistema público de Salud, como la infraestructura escolar, como la desigualdad entre quienes viven de la industria hidrocarburífera y quienes no lo hacen, son materias pendientes del actual y el próximo gobierno provincial.

Pero también es cierto que nos urge defender lo que nos ampara ante los desaguisados de las políticas nacionales. Para ello es necesario fortalecer un Estado provincial eficiente, que controle y distribuya, que afronte el crecimiento y el desarrollo que viene.

Esa tarea, hoy solo la garantiza el Movimiento Popular Neuquino, que felizmente ha retomado su tradición histórica. Con todas las cuentas pendientes, con toda la experiencia acumulada, con lo que falta y lo que se ha conquistado, tenemos razones para decidir con seriedad y fortaleza el tiempo que viene.

Vivimos una experiencia de gobierno en la ciudad de Neuquén junto a Mariano Gaido, que nos da razones para la esperanza.

Nuestros reclamos históricos hoy son bandera de la gestión: El acceso a la tierra y a la vivienda, con loteos municipales con servicios; y el libre acceso a las costas de nuestros ríos, la creación de la Subsecretaría de la Mujer, la protección del medio ambiente, la administración transparente de los recursos públicos.

El plan Dale Gas para los barrios populares, el boleto estudiantil gratuito, las ferias populares que impulsan la economía social, 1.000 cuadras de asfalto y más de 20 kilómetros de paseo costero, libre , público y gratuito, entre tantas políticas implantadas en estos primeros tres años.

Esta gestión es la consecuencia de una política frentista, abierta y transparente, que le ha brindado soluciones al pueblo de la capital provincial.

Con esa misma convicción, con las esperanzas intactas, con la guardia alta de nuestras ideas, encaramos el futuro considerando integrar un frente electoral, en alianza con varios partidos, en el que no puede faltar el MPN como columna vertebral del mismo, por historia y por volumen político e impulsando la candidatura a gobernador de Marcos Koopmann.

Debemos mirar a lo lejos desde una gran altura; pensar en los eventuales peligros aun en tiempos de paz, y atrevernos a hacer cambios y a emprender innovaciones sin anquilosarnos ni estancarnos jamás en nuestro avance.

Y, siempre, siempre, siempre, permanecer unidos al pueblo, para avanzar en nuevas conquistas y defender Neuquén.