En línea con la opinión de la fiscalía, el juez Martínez de Giorgi consideró que Jonathan Morel, Leonardo Sosa, Gastón Guerra y Sabrina Basile podrían poner en riesgo la investigación, al punto de intentar amedrentar a los testigos.
El juez federal Marcelo Martínez de Giorgi rechazó excarcelar a los cuatros integrantes de Revolución Federal detenidos en el marco de una causa en la que se los investiga por supuesta incitación a la violencia y por formar parte de una organización que busca imponer sus ideas a través de la fuerza o el temor.
En línea con la opinión del fiscal Gerardo Pollicita, el magistrado consideró que los imputados Jonathan Morel, Leonardo Sosa, Gastón Guerra y Sabrina Basile -hija de Alfio Basile, exentrenador de la Selección argentina de fútbol- podrían poner en riesgo la investigación, al punto de intentar amedrentar a los testigos, en caso de recuperar la libertad.
En el caso de Basile, el magistrado sostiene en su resolución, a la cual tuvo acceso Télam que "el material recolectado a lo largo de la instrucción deja al descubierto el escaso apego a las normas" por parte de la imputada, y eso "lleva a presumir que, en caso de recuperar su libertad podría incluso colaborar en operatorias dedicadas a amedrentar víctimas y testigos".
"Todo ello se torna verosímil si se considera el temor generado en primer lugar por la actividad pública desarrollada y que fue objeto de la agrupación (Revolución Federal) desde su formación y en particular, que el estudio de celulares y notebooks secuestradas en la causa, podría arrojar información sobre terceras personas aún desconocidas, quienes podrían recibir algún tipo de presión de parte de quienes se encuentran ahora detenidos".
Para el magistrado, el estado de libertad de Basile "en este momento de la instrucción, podría también entorpecer el resto de las diligencias peticionadas por el fiscal, las cuales, podrían guardar vinculación con los hechos investigados en la causa del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal nro. 5 del atentado a la Vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner".
Moral, Sosa, Guerra y Basile fueron detenidos el jueves pasado por orden de Martínez de Giorgi, quien instruye en una causa que se sigue por las amenazas que el grupo Revolución Federal realizó contra la Vicepresidenta, y se analiza si este espacio pudo tener alguna vinculación con las personas que se encuentran detenidas por haber intentado asesinar a la exmandataria el pasado 1 de septiembre.
El viernes, al declarar ante el juez, Morel, sostuvo el no tuvo "la culpa" de que "un loco" haya querido matar a a Fernández de Kirchner y negó las acusaciones en su contra, según aseguraron fuentes de su defensa.
Morel fue el segundo en prestar declaración indagatoria después de que lo hiciera Sabrina Basile, mientras que los otros dos detenidos, Leonardo Sosa y Gastón Guerra, se negaron a declarar, según informaron a Télam fuentes judiciales.
"No tengo la culpa de que un loco haya querido matar a la vicepresidenta", dijo Morel durante la exposición que hizo en el marco de su indagatoria, en la que se refirió a cómo era la vida interna de Revolución Federal y al tenor de sus manifestaciones públicas, según señalaron las fuentes consultadas.
Allí también explicó que después de que Fernando André Sabag Montiel intentara asesinar a Fernández de Kirchner, Revolución Federal decidió parar con sus manifestaciones porque no había "clima" como para seguir.
Antes que Morel había declarado Basile, quien también negó haber cometido algún delito y reclamó que su pedido de excarcelación se tramite de modo urgente porque está encargada de cuidar a su padre.
Asistida por el abogado Martín Sarubbi, Basile explicó su vínculo con Revolución Federal y con los otros imputados de la causa: dijo que los conoció el 3 de julio en el marco de las protestas realizadas frente a la Quinta de Olivos, el día en el que el Gobierno decidió suspender la conferencia de prensa en la que se anunciaría la asunción de Silvina Batakis en el Ministerio de Economía.
Explicó que tras esa manifestación la sumaron a un grupo de WhatsApp y que luego siguió participando de otras marchas a la que cada uno llevaba lo que tenía y lo que quería, por lo que descartó -ante preguntas de su defensa y de la fiscalía- que Revolución Federal contara con algún tipo de financiamiento.
En ese contexto, aseguró que no tuvo intenciones de desestabilizar, ni de agredir a nadie y que solo hizo uso de su derecho a protestar contra todo el arco político, informaron fuentes judiciales que explicaron que sus criticas no fueron solo al Gobierno nacional.
Basile aseguró que el funcionamiento de Revolución Federal era anárquico y negó tener vinculación con las personas imputadas en la causa en la que se investiga el intento de homicidio contra la vicepresidenta.
Para los investigadores, las consignas y manifestaciones violentas protagonizadas por Revolución Federal desde mayo de este año pudieron haber funcionado como "caldo de cultivo, como el discurso de odio que desencadenó" el intento de asesinato de la vicepresidenta, según pudo saber Télam de fuentes judiciales.
La fiscalía que investiga a los cuatro detenidos de la agrupación Revolución Federal consideró que se montó un "esquema delictivo" para "imponer" ideas y "combatir las ajenas por la fuerza y el temor" y que eso sembró en la sociedad la escalada de "violencia y odio" cuyo "acto más trascendente" resultó ser el intento de homicidio de la vicepresidenta.