El Movimiento de Acción Política (MAPO) del MPN emitió un documento donde señala que "Es lamentable ver como se deteriora nuestro querido Movimiento Popular Neuquino, perdiendo su esencia de movimiento social con profunda raigambre popular, para ser un partido subordinado a los intereses de una elite o casta política, que cree que los afiliados debemos ser leales a los circunstanciales dirigentes que lo conducen y no a su Declaración de Principios, basada en una profunda raigambre popular y humanista".
"Las últimas modificaciones a la Carta Orgánica del MPN, dan muestra de ello. Es inconcebible que una conducción circunstancial, de espalda a los afiliados, pretenda convertirlo en algo distinto a los objetivos fundacionales, al servicio de los intereses de unos pocos, renegando de sus orígenes popular y abierto, coartando el libre juego de la actividad política interna", cuestiona el escrito que lleva la firma de Rodolfo Laffitte, Federico Brollo y Naldo Labrin.
En otro párrafo señala que "Cercar la actividad política de los afiliados, con clausulas inquisitorias, lo único que hace es reducir la actividad política a la obediencia debida y no al debate de las ideas y al diálogo franco constructivo. Ha llegado la hora de que los afiliados a nuestro Movimiento seamos capaces de superar diferencias, los emepenistas a lo largo de la historia fuimos capaces en forma inteligente, ante la necesidad política, de saber estar juntos, para cristalizar las coincidencias".
"No se trata de coincidir a ultranza imponiendo una voz, hablamos de salvaguardar y resguardar la esencia que dio origen al Movimiento Popular Neuquino. Las contiendas internas son coyunturales, y se definen a través de elecciones internas, pero cuando no se prioriza el diálogo, cuando se quiere imponer una sola voz, ni siquiera las elecciones internas solucionan las grietas que aparecen, fruto de la necedad y el egoísmo", considera.
El documento puntualiza que "Es necesario que se depongan actitudes en pos de construir y encontrar acuerdos, con la participación de todos los sectores que componen éste gran Movimiento, que nos permita convivir en armonía sobre todo en las próximas etapas eleccionarias, sabiendo que el objetivo mayor es seguir gobernando esta provincia".
Más adelante pide: "No achiquemos nuestro Partido, no lo cerremos, por el contrario, abramos todas sus puertas para que se expresen todos los compañeros, y fundamentalmente apoyemos, a quienes, de modo natural, se convierten en líderes capaces de conducir los distintos procesos políticos que se avecinan en nuestra provincia. Los liderazgos los define la gente en un trabajo colectivo, no la dirigencia. Respetemos a todos los compañeros del partido, que pretenden competir en las próximas elecciones internas".
Finalmente recuerda: "Felipe Sapag en su extraordinario discurso al asumir la gobernación el 12 de octubre de 1963: “En este gobierno han puesto, sus esperanzas los humildes, los hombres y las mujeres que sufren y esperan trabajo y representamos también, a un sinnúmero de pobladores independientes, que, apoyando nuestro programa popular, los mueve, además como nervio motor, un profundo cariño lugareño y neuquino que, desbordando los estrechos límites partidarios, quieren un gobierno que posibilite una etapa de progreso y de honestidad en el manejo de la Administración Pública”".