La derrota oficial hizo crecer al izquierdista Frente Amplio, al Partido Comunista y catapultar las candidaturas independientes. La derecha no alcanzó el tercio necesario para bloquear las iniciativas que impulsará el arco opositor en el debate para modificar el espíritu de la Constitución.
Las elecciones de constituyentes en Chile rediseñaron un nuevo mapa político en el que la derecha -a cargo del Gobierno- fue la gran perdedora a manos de candidatos independientes, en tanto la centroizquierda e izquierda lograron una interesante presencia de delegados que -si se coordina- les otorgará poder dentro del cuerpo que tendrá la misión de elaborar una nueva Constitución.
El principal impacto negativo se la llevó la coalición oficialista Vamos por Chile, que obtuvo apenas 21% de los constituyentes (38) y no logró llegar al tercio que necesitaba para ser el principal bloque dentro de la Convención Constituyente, lo cual le habría conferido poder de veto.
Marcelo Mella Polanco, politólogo de la Universidad de Santiago de Chile, evaluó ante una consulta de Télam que esta "caída estrepitosa del Gobierno y de la derecha" deja al bloque oficialista fuera de todo control de la Constituyente "si los distintos bloques de izquierda logran coordinar propuestas".
El académico razonó que esta pérdida del voto en el sector conservador "se explica en buena medida como el costo del estallido social y mal manejo del Gobierno de la crisis sanitaria por la pandemia".
Los ganadores de la jornada dentro de la política tradicional fueron los dos comandos opositores de izquierda y centroizquierda, Apruebo Dignidad (27) y la Lista del Pueblo (25), que juntos alcanzan 52 delegados (33% del total). La unión de estos nuevos sectores dentro de la constituyente permitiría tener, según Mella, "el veto del tercio para poder paralizar cualquier propuesta de otros sectores".
Incluso, en caso de necesitar más votos para llegar a los dos tercios los dos bloques de izquierda podrán buscar apoyos en los sectores opositores tradicionales o en los independientes, que son la primera mayoría (48), añadió el especialista.
"La izquierda tiene claramente una capacidad de veto y de generar propuestas ganadoras que permiten mirar con mucha esperanza la posibilidad de construir los cambios que han sido manifestados por buena parte de la sociedad chilena en las protestas", dijo.
Ante la elocuencia de los hechos, el presidente Sebastián Piñera debió enfrentar la situación de inmediato. "No estamos sincronizando con las demandas de la ciudadanía", afirmó el mandatario anoche, mientras en el conteo oficial se derrumbaban las expectativas del oficialismo.
Los chilenos "nos han enviado un claro y fuerte mensaje al Gobierno y a todas las fuerzas políticas tradicionales", admitió, y respecto de la gran elección hecha por los independientes dijo: "estamos siento interpelados por nuevos liderazgos".
No obstante, el politólogo Mella rescató ante una consulta de esta agencia la performance electoral de los partidos opositores, sobre todo los socialistas y los comunistas, en desmedro de la Democracia Cristiana, segunda agrupación más golpeada por la elección después de las de derecha.
El especialista dio por seguro que en el oficialismo habrá repercusiones por esta debacle electoral, y de hecho la primera fue la renuncia de Evelyn Matthei como precandidata a presidenta con vistas a los comicios de este año, con lo que el único postulante que queda en pie por el momento es Joaquin Lavin, también de la pinochetista Unión Demócrata Independiente (UDI), derrotado como aspirante a conducir el país en 1999 por Ricardo Lagos.
En Chile también este fin de semana se dio la primera elección de los gobernadores regionales de la historia. Trece regiones van a balotaje y sólo en Valparaíso, Aysén y Magallanes hubo ganadores consolidados.
De las tres gobernaciones ya definidas, la de Valparaíso corresponde al Frente Amplio, Aysén al Partido Socialista y Magallanes al pacto independiente Unidad Constituyente, todas coaliciones opositoras.
"Se han dado resultados que no tiene directa relación con los de la constituyente", dijo Mella, y acotó que "para el caso de los antiguos partidos de la Concertación y la Nueva Mayoría, de la centroizquierda, los resultados son en teoría mejores, están en una mayor cantidad de regiones con candidatos que han ganado directamente o que van a la segunda vuelta", a disputarse el próximo 13 de junio.
La jornada se cerró con las elecciones de alcaldes y concejales, en las que la oposición también se proyecta como ganadora al arrebatarle algunas comunas (barrios) emblemáticos a Chile Vamos como la alcaldía de Santiago, Viña del Mar, la populosa Maipú o la acomodada Ñuñoa.
En estas municipales también dieron el golpe los independientes al ganar en 105 comunas y alcanzar 1.811.838 votos, lo que los posiciona como la primera fuerza política municipal.
El oficialismo alcanzó 88 alcaldías a nivel nacional, segunda mayor fuerza, mientras que el pacto "Unidos por el Apruebo" es la tercera fuerza con 68 intendentes en todo Chile y cierra el Frente Amplio con apenas 12 autoridades municipales.