El Palacio Legislativo culmina el ciclo 2025 con estadísticas que evidencian una crisis de consenso institucional. Con un total de solo 13 normas sancionadas, el año se posiciona como el de menor rendimiento parlamentario de la última década. El balance arroja un dato inédito: durante el periodo de sesiones ordinarias, el Poder Ejecutivo no logró convertir en ley ninguno de sus proyectos originales.
Un escenario de confrontación y minoría oficialista
La dinámica parlamentaria de este año estuvo regida por una marcada fragmentación que desplazó el eje de poder hacia los bloques opositores. De las leyes que lograron sortear el debate, la mayoría fueron impulsadas por la oposición —incluyendo el financiamiento de universidades y ajustes en el sistema previsional— o se limitaron a ratificaciones de convenios internacionales.
El oficialismo recién logró recuperar terreno este viernes, en el marco de las sesiones extraordinarias, con la aprobación de dos herramientas clave para el próximo año:
·El Presupuesto 2026.
·La Ley de Inocencia Fiscal.
El uso del veto y la contraofensiva legislativa
La relación entre la Casa Rosada y el Congreso alcanzó picos de tensión histórica. El Presidente ejerció su facultad de veto en siete ocasiones, pero el Poder Legislativo logró reunir las mayorías necesarias para revertir tres de esas decisiones, reafirmando leyes que el Ejecutivo consideraba inviables.
Para forzar esta agenda, la oposición recurrió de forma masiva a los emplazamientos a comisión. Se registraron 20 mecanismos de este tipo —frente al promedio histórico de tres anuales—, una táctica que obligó al tratamiento de temas que el oficialismo buscaba postergar.
Límites al poder delegado y futuro institucional
El Congreso también marcó un límite estricto al uso de las facultades del Ejecutivo:
1.Rechazo de decretos: Se invalidaron cuatro decretos de facultades delegadas y un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU).
2.Agenda fragmentada: De las 22 sesiones del año, el 50% fueron "especiales", lo que demuestra la incapacidad de los bloques para consensuar un orden del día ordinario.
A pesar de este cierre de año con cifras de "parálisis", el Gobierno apuesta a que la nueva conformación de las cámaras surgida de los comicios de octubre —que ya mostró sus primeros resultados con la aprobación presupuestaria— permita revertir esta tendencia defensiva y retomar el liderazgo de la agenda legislativa a partir de marzo de 2026.
