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La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) publicó un extenso documento institucional este lunes, en el que realiza una enérgica defensa de la conducción actual, encabezada por Claudio "Chiqui" Tapia, y acusa a los últimos tres gobiernos –incluyendo el de Javier Milei– de intentar ejercer presión e injerencia política sobre la entidad.


El pronunciamiento se produce en respuesta a la denuncia formal que presentó la senadora Patricia Bullrich, de La Libertad Avanza (LLA), ante el Comité de Ética de la CONMEBOL. Bullrich calificó el accionar del presidente Tapia y del tesorero, Pablo Toviggino, como "mafioso" y afirmó que estas conductas "contaminan" la imagen del fútbol nacional.


La AFA: de la acéfala a la autosuficiente

En su comunicado, la AFA recordó el estado crítico en el que se encontraba la institución al momento de asumir la dirección en 2017:

·Crisis Institucional: Estaba "acéfala, desfinanciada y desprestigiada". Se citó como punto más bajo el escándalo de la elección con resultado "38 a 38" en 2015, que culminó con una intervención de la FIFA mediante una Comisión Normalizadora en 2016.

·Dependencia Financiera: Existía una fuerte dependencia de fondos estatales, especialmente del programa Fútbol Para Todos, lo que, según la AFA, minaba su autonomía.

·Deudas y Desprestigio: La institución arrastraba compromisos de deuda impagos con los clubes, lo que afectó la credibilidad del ente y provocó enfrentamientos internos. Incluso figuras clave de la Selección Nacional llegaron a evaluar su continuidad en ese periodo.

Frente a ese escenario, la actual dirigencia asegura haber implementado un proceso de ordenamiento y saneamiento. Hoy, la AFA declara ser superavitaria y sin dependencia de aportes del Estado nacional. Afirma que las deudas salariales heredadas han sido regularizadas y que actualmente se cubre una masa salarial mensual cercana a los 4.000 millones de pesos para su estructura (cuerpos técnicos, árbitros, médicos y administrativos).

Logros deportivos y estructurales

El comunicado destacó la inversión en infraestructura, mencionando la expansión del predio "Lionel Andrés Messi" –donde entrenan diariamente unos 1.000 deportistas y auxiliares de 24 seleccionados–, y la creación de un nuevo complejo exclusivo para las selecciones femeninas. Además, enfatizó la profesionalización de las categorías masculinas y la consolidación de la Primera División A del fútbol femenino.

En cuanto al financiamiento, la AFA aclaró que sus ingresos no provienen de los derechos televisivos (los cuales se distribuyen en su totalidad a los clubes), sino que se sostiene mediante convenios comerciales y la organización de partidos amistosos de la Selección.

La denuncia de persecución política

El tramo más crítico del texto se centró en la denuncia de haber sido objeto de "amenazas de intervención, denuncias judiciales y presiones" por parte de las presidencias de Mauricio Macri, Alberto Fernández y Javier Milei.

La AFA recordó que tanto Tapia como Toviggino fueron investigados en diversas causas judiciales y posteriormente sobreseídos. También cuestionó los recientes intentos del Gobierno de frenar asambleas a través de la Inspección General de Justicia (IGJ) y las insistentes iniciativas para imponer la figura de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD).

La entidad cerró su comunicado defendiendo su autonomía y reiterando que, desde 2017, ha priorizado el desarrollo integral del fútbol por encima de cualquier alineamiento político, enfatizando que las selecciones nacionales “no representan a un partido político, sino a todo un país”.