Image
Buenos Aires – El Gobierno nacional confirmó que ha finalizado la redacción del proyecto de Reforma Laboral y lo presentará en el Congreso en los próximos días, buscando su tratamiento durante el período de sesiones extraordinarias. La iniciativa, considerada clave para la gestión, fue ultimada por el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger.


Fuentes oficiales indicaron que el borrador de la llamada "modernización" laboral fue girado a los despachos del jefe de Gabinete, Manuel Adorni; el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem; y la senadora Patricia Bullrich, flamante jefa del bloque de La Libertad Avanza.

Los ejes de la "modernización"

Aunque el articulado final se mantiene bajo reserva, trascendió que la reforma abarcará una serie de puntos que han sido históricamente conflictivos con los sindicatos. Entre los posibles títulos incluidos se encuentran:

·Ultractividad de convenios.

·Modificaciones en la relación de los convenios colectivos.

·Cargas fiscales, peajes y el financiamiento Sindical.

·Trabajo individual y autónomo.

·Democracia sindical.

El Poder Ejecutivo busca tratar esta legislación durante la prórroga de las sesiones extraordinarias, que irán del 10 al 31 de diciembre, y continuarán desde el 19 de enero hasta finales de febrero.

El desafío de la CGT y el cierre sin consenso
La definición y cierre del articulado del proyecto se dan en un contexto de abierta tensión con el movimiento obrero. El titular de la UOCRA, Gerardo Martínez, había expresado el rechazo de la CGT a los detalles de la reforma tras una fallida reunión del Consejo de Mayo. “No nos vamos a quedar de brazos cruzados”, advirtió el dirigente sindical, anticipando una posible escalada de las protestas.

El Gobierno decidió avanzar con el texto final "de espaldas a los pedidos de la central" obrera, priorizando la impronta ideológica de la administración. Esta postura fue respaldada por sectores empresarios, como la Unión Industrial Argentina (UIA), cuyo titular, Martín Rappallini, había solicitado endurecer el sentido de la norma.

Con el proyecto listo, la Casa Rosada activó a sus principales interlocutores políticos. El jefe de Gabinete y el ministro del Interior, Diego Santilli, están a cargo de la articulación con los gobernadores provinciales, mientras que Bullrich y Menem serán las figuras clave para la búsqueda de los consensos necesarios en las Cámaras legislativas.