El sacerdote Paco Olveira y un joven identificado como Tomás Bravo fueron detenidos en las inmediaciones del Congreso Nacional. El hecho ocurrió mientras se desarrollaba un amplio operativo de seguridad, previo a la habitual movilización de jubilados que protestan contra las políticas del gobierno del presidente Javier Milei.
El propio sacerdote relató lo sucedido antes de ser trasladado: "Estaba en la vereda. Iban a llevárselo al pibe y lo agarré para que no se lo lleven solo. Había 20 jubilados nomás", detalló Olveira en declaraciones televisivas, justo antes de ser rodeado por agentes y demorado en el marco de un operativo de seguridad que fue calificado como "desproporcionado".
Denuncias por falta de información y exceso de fuerza
Leonardo, un pastor de la Mesa Ecuménica y persona cercana a Olveira, describió la detención con fuerza. Aseguró que al padre lo llevaron con precintos hasta un camión policial que estaba apostado en la esquina, a pesar de que se encontraba detrás de la valla de seguridad.
"No sabemos por qué lo detuvieron y estamos exigiendo poder hablar con alguien que se haga responsable", advirtió el pastor. Además, denunció una total falta de transparencia por parte de las fuerzas de seguridad: "No nos quieren decir por qué. Nos dicen que esperemos las acciones judiciales, pero ¿van a judicializar la posibilidad de venir a orar a la plaza, lo que hacemos todos los miércoles?", cuestionó Leonardo.
Contexto de la protesta y antecedentes
Como es costumbre cada miércoles, los adultos mayores intentaban realizar su tradicional "semaforazo" para manifestar su rechazo a los vetos presidenciales y demandar un incremento que se ajuste a sus haberes y pensiones.
En la jornada, las fuerzas de seguridad estaban implementando cortes de tránsito sobre la calle Callao, en su intersección con Avenida Rivadavia, incluso antes de la llegada masiva de los manifestantes.
Cabe recordar que, tras las elecciones nacionales, la primera protesta de jubilados también se había enfrentado a un despliegue de seguridad excesivo, con cortes viales en todo el perímetro del Congreso y la presencia de efectivos motorizados y unidades antidisturbios. En aquella ocasión, incluso se lanzaron gases lacrimógenos del otro lado de las vallas, afectando a integrantes de organizaciones y sindicatos. En contraste, el miércoles previo, las agrupaciones de jubilados habían concentrado su reclamo frente a Obras Sanitarias, donde se realizaba el Congreso de la Confederación General del Trabajo (CGT) para elegir nuevas autoridades.
