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El exministro de trabajo advierte que las iniciativas solo buscan reducir derechos en un contexto de recesión y destrucción de empleo

El experto en derecho laboral y exministro de Trabajo de la Nación, Carlos Tomada, se pronunció enérgicamente en contra de la intención de avanzar con una reforma laboral en Argentina, calificando la coyuntura actual de "de ninguna manera el momento adecuado". En diálogo con Splendid AM 990, Tomada argumentó que el contexto de recesión económica y la "destrucción de trabajo sin lugar a duda" hacen que cualquier iniciativa en este sentido sea perjudicial.

El especialista sostuvo que esta clase de reformas no solucionan los graves problemas estructurales del país, sino que tienen un objetivo primario: incrementar las ganancias empresariales a expensas de la masa salarial y los derechos de los trabajadores.

Cuestionamiento a la informalidad y falsedad histórica

Tomada cuestionó severamente la tesis de que una reforma disminuiría la informalidad. Por el contrario, advirtió que la propuesta busca "formalizar la informalidad" al legalizar figuras contractuales (como la locación de servicios u obras) que antes eran consideradas un fraude a la ley. Bajo el nuevo esquema, un trabajador que reclame derechos podría ser desestimado por un juez, argumentando que su contrato está "permitido por la ley".

El exfuncionario también refutó dos argumentos comúnmente utilizados por los promotores de la reforma:

1.Indemnizaciones como Obstáculo: Desestimó que las indemnizaciones dificulten la generación de empleo, recordando que incluso con la doble indemnización hubo un período donde se "duplicó la cantidad de empleo privado registrado".

2.La "Industria del Juicio": Señaló que el volumen de litigios es ínfimo en la realidad. Citó el caso de la Provincia de Buenos Aires, donde de 1,5 millones de trabajadores, "solamente el 5% hicieron algún juicio".

Además, calificó de "falso" el argumento de que no se hizo nada previamente por el empleo formal, destacando que entre 2003 y 2015 se logró reducir el trabajo no registrado en 18 puntos (al 32%), gracias a una "fuerte presencia" de la inspección laboral.

Propuestas alternativas: Modelo productivo y "mano dura" en evasión

Tomada concluyó que la verdadera motivación detrás de las reformas es la recuperación de la tasa de ganancia. Por ello, instó a un cambio de enfoque hacia políticas que garanticen un trabajo más digno y que se concentren en la evasión y la elusión, en lugar de desmantelar derechos.

Entre sus propuestas concretas se destacan:

·Retomar un modelo productivo basado en la industria.

·Aplicar "mano dura en la evasión" de leyes laborales y tributarias.

·Implementar un sistema de contribuciones que exonere prácticamente a la microempresa.

·Prohibir que el Estado contrate monotributistas.

·Retomar la política de mejorar salarios mediante el aumento del salario mínimo y la garantía de la libre negociación colectiva.

Finalmente, el exministro recordó que la CGT ya emitió una declaración tajante en la que afirma que "no va a negociar ningún tipo de reforma laboral ni la va a aceptar tampoco con quita de derechos".