En un acto frente a desarrolladores inmobiliarios, el ministro de Economía, Luis Caputo, intensificó su retórica contra los opositores al gobierno de Javier Milei. Utilizando un tono agresivo, el funcionario calificó a la oposición como "merda" ("mierda" en italiano) y la acusó de ser la responsable del fracaso de su plan económico. El discurso, que se desarrolló en un evento del sector inmobiliario, se convirtió en una plataforma para la campaña electoral oficialista, apelando al miedo de los empresarios ante un posible retorno de la oposición al poder.
Críticas al congreso y promesas de Campaña
Caputo no solo descalificó a la oposición, sino que también acusó al Congreso de sancionar leyes "desfavorables" para el país, con el fin de perjudicar al gobierno. Mencionó explícitamente iniciativas como los aumentos a jubilados, el financiamiento para el Hospital Garrahan, las universidades nacionales y los tratamientos para personas con discapacidad, argumentando que este tipo de medidas impiden que al país "le vaya bien". En contraste, el ministro insistió en los supuestos logros de su plan económico, defendiendo el equilibrio fiscal y la estabilidad macroeconómica.
En un tono casi suplicante, Caputo intentó convencer a los empresarios de que esta vez es diferente, destacando que "la Argentina nunca tuvo estos números ni estabilidad macro". Instó a los presentes a convencerse de que, a largo plazo, su plan dará frutos, aunque reconoció que "se tardará mucho tiempo" en recomponer el mercado de capitales para financiar proyectos inmobiliarios.
El voto y la estrategia electoral
Caputo lanzó una promesa de campaña para las próximas elecciones legislativas: "Si al Gobierno le va bien en las elecciones, las cosas se harán más rápido". Sin embargo, también advirtió que, en caso de un resultado desfavorable, los objetivos se alcanzarían de igual forma, aunque "demandará más tiempo". Luego agregó "Nada que sea bueno para el país puede pasar por ley"
Finalmente, el ministro aconsejó a los empresarios del sector inmobiliario a pensar en inversiones a mediano y largo plazo. Predijo que, si el gobierno mantiene su rumbo, en dos años, el mercado de propiedades reflejará la estabilidad macroeconómica y una economía en mejores condiciones.