A pesar de las promesas de austeridad y de poner fin a la emisión monetaria, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) ha encontrado nuevas vías para inyectar dinero en el sistema, lo que ha generado un crecimiento significativo de la base monetaria. Un reciente informe del BCRA revela que la base monetaria se ha expandido un 97% en el último año, casi el doble, una cifra que contrasta con el estancamiento de la actividad económica.
El mecanismo actual ya no se basa en adelantos directos al Tesoro, sino en lo que algunos economistas llaman "emisión encubierta". Esta se manifiesta a través de un esquema de altas tasas de interés y el uso de instrumentos de deuda.
Los motores de la nueva emisión:
·Pasivos remunerados: El BCRA recurre a tasas de interés elevadas para atraer a los inversores a instrumentos como las LECAPs y los pases, con el objetivo de evitar que el dinero se vuelque al dólar. Sin embargo, el pago de estos intereses requiere, a su vez, de una constante emisión monetaria, creando un círculo vicioso. Solo en 30 días, los llamados "cuasi pesos" (pasivos remunerados) crecieron un 5,6%, evidenciando la magnitud del problema.
·Deuda flotante: El gobierno ha optado por posponer el pago de vencimientos del Tesoro, lo que ha inflado la "deuda flotante", un pasivo que no se contabiliza formalmente pero que representa compromisos impagos con proveedores, provincias y universidades. Según la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP), esta deuda oculta se disparó un 208,87% en un mes, un incremento que también exige una futura emisión para ser saldada.
·Operaciones con futuros: El BCRA interviene en el mercado de futuros de divisas para controlar el tipo de cambio. Sin embargo, si el precio de cierre de estos contratos difiere del valor real del dólar, el Central debe cubrir la diferencia, lo que se traduce en una inyección adicional de dinero en la economía.
La situación ha provocado un debate entre destacados economistas sobre si esta "emisión encubierta" tiene un impacto inflacionario similar a la emisión tradicional. El exviceministro Gabriel Rubinstein ha criticado duramente el esquema, mientras que Federico Furiase, asesor del ministro Caputo, ha defendido su validez.
El economista Marcelo Trovatto de Pronóstico Bursátil resumió la situación al afirmar que el gasto público no ha disminuido, sino que "mutó de forma" y ahora se canaliza hacia el pago de los intereses de la deuda en pesos. Esta dinámica mantiene la presión sobre el tipo de cambio y demuestra que el desafío de la emisión monetaria sigue presente en la economía argentina.