Mientras una marcha federal en defensa del Hospital Garrahan y la Salud Pública confluía en Plaza de Mayo, el ministro de Salud, Mario Lugones, utilizó su perfil de X para sentar posición sobre la situación del prestigioso centro pediátrico. Lugones desestimó que la problemática del Garrahan sea únicamente una cuestión de recursos, señalando que el verdadero desafío radica en la "gestión y la eficiencia". En sus publicaciones, afirmó que están "reordenando" el hospital para "terminar con los curros legales y la mala administración".
El ministro hizo referencia a un reciente posteo del propio Garrahan que destacaba su operatividad "a pesar de los disturbios externos", y reafirmó que el hospital "sigue demostrando por qué es el centro pediátrico más importante del país y un referente regional en trasplantes".
Aumento presupuestario y críticas a gestiones anteriores
Lugones defendió la política de su gestión, indicando que el "problema del Hospital nunca fue solo de recursos: es de gestión y eficiencia. Por eso aumentamos el presupuesto, eliminamos privilegios y corregimos desvíos para que cada peso vaya donde tiene que ir: a la salud". Detalló que, en el año y medio de la administración libertaria, el presupuesto del Garrahan "aumentó un 274%, 124 puntos por encima de la inflación".
El funcionario también lanzó una fuerte crítica a la gestión anterior, específicamente al exministro de Economía Sergio Massa y su "plan platita" de 2023, asegurando que los gobiernos previos "recortaron el presupuesto en 75 puntos por debajo de la inflación". En su mensaje, el ministro enfatizó que la función de los profesionales de la salud es "salvar vidas" y que la tarea del Ministerio es "garantizar que tengan los recursos y condiciones para hacerlo".
Para Lugones, "ordenar" y "mejorar cada proceso" en el Garrahan es fundamental para que el hospital "siga siendo el orgullo de todos los argentinos". Concluyó su descargo con una declaración contundente: "Nosotros no vinimos a hacer lo mismo: vinimos a arreglar un sistema que dejaron destruido". La marcha en Plaza de Mayo contó con la participación de miembros del gremio ATE, trabajadores del hospital, médicos, residentes, jubilados y organizaciones de izquierda, quienes se unieron en un reclamo colectivo por la salud pública.