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En el último año el empleo registrado cayó en 468.000 personas.

La desocupación en Argentina cerró el primer trimestre de este año en 7,9%, marcando un aumento significativo de 1,5 puntos porcentuales (p.p.) respecto al 6,4% del trimestre anterior y de 0,2 p.p. en comparación con el 7,7% del mismo período de 2024. Este dato, publicado hoy por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) en su Encuesta Permanente de Hogares (EPH), representa el nivel más alto desde que asumió el gobierno de Javier Milei, superando el pico de 7,7% registrado en el primer trimestre del año pasado.

Detalles de la Encuesta Permanente de Hogares
Al analizar las poblaciones específicas, la tasa de desocupación fue del 9% para las mujeres y del 7% para los varones mayores de 14 años. Es crucial recordar que un "desocupado" no es solo una persona sin trabajo, sino aquella que está buscando activamente un empleo y no lo encuentra.

La comparación con el trimestre anterior revela tendencias claras: la tasa de empleo cayó del 45,7% al 44,4%, mientras que la desocupación subió del 6,4% al 7,9%. Otro dato relevante de la EPH es el fuerte avance del trabajo informal sobre el formal. Las estadísticas muestran que en el último año, el empleo registrado cayó en 468.000 personas.

Desigualdad regional y educativa
En cuanto a las regiones, las más afectadas por la desocupación fueron el Gran Buenos Aires con 9,1% y la Pampeana con 7,4%. En contraste, la región con menor desocupación fue la Patagonia (4,9%). Respecto al tamaño de los aglomerados urbanos, la tasa de desocupación fue inferior en aquellos con menos de 500.000 habitantes (5,0% de la PEA), mientras que se posicionó en 8,5% en los de 500.000 habitantes o más.

El nivel educativo también juega un papel: el 71,4% de las personas desocupadas tienen hasta secundario completo, mientras que el 28,6% poseen nivel superior o universitario, completo o incompleto. Sobre el tiempo de búsqueda, el 67,8% lleva buscando empleo entre menos de un mes y 12 meses, mientras que el 32,0% lleva más de un año.

La tasa de subocupación alcanzó el 10% de la PEA, y la presión sobre el mercado laboral —que incluye desocupados, subocupados, ocupados demandantes y ocupados no demandantes disponibles— llegó al 29,7%.