El presidente Javier Milei llegó a la sede de la UTN para votar en las elecciones en la Ciudad de Buenos Aires y previo a emitir su voto vivió un momento de desconcierto cuando un integrante de la mesa se negó a saludarlo.
Minutos antes de las 11.30 y luego de esperar su turno, el mandatario se acercó a la mesa, dejó su documento y empezó a saludar uno por uno a todos los fiscales y presidente de mesa con la mano, pero cuando llegó al último, éste prefirió no retribuirle en gesto y le hizo la seña que no, con el dedo índice cuando iba a estrecharle la mano.
Milei quedó con la mano en el aire, se mostró sorprendido, pero dejó pasar de largo el momento y se acercó a quienes estaban chequeando su identidad para luego ofrecerle el sobre con el que podría ingresar al cuarto oscuro para emitir su sufragio.
La salida de Milei fue también un remolino de periodistas y custodios. Milei se fue enojado con un periodista de C5N que le puso el micrófono demasiado cerca mientras bajaban la escalera. “Me pegaste a propósito”, dijo, en medio del tumulto, mientras la seguridad sacaba a empujones al profesional. “Ese micrófono me pegó”.