Miguel Fernández es el cuarto trabajador petrolero muerto en un accidente en yacimiento en lo que va de 2.024. Pero el secretario general del sindicato de Petroleros Privados, Marcelo Rucci fue crudo al agregar un dato a la situación: “hay un montón de compañeros accidentados y mutilados”, dijo.
Rucci sostuvo que “Nosotros no estamos dispuestos a entregar vida por producción. Sabemos cómo terminan siempre estas investigaciones. Siempre se culpa a los trabajadores cuando nosotros tenemos evidencias de que falta seguridad”, dijo en declaraciones a medios radiales de Neuquén capital.
La serie de sucesos trágicos y mortales comenzó en 2.024 en el mes de enero cuando Pablo Pastor, de 55 años, se descompensó en el yacimiento, fue trasladado a un centro médico y cuando se retiró, ya en su hogar, sufrió un paro cardiorrespiratorio y murió.
En febrero fue el turno de José Quiles cuando un camión de la empresa TSB lo aplastó contra un contenedor. Ese día, pasado el mediodía, el transporte debía retirar el volquete y el chofer arrimó el camión hacia el contenedor sin percatarse que estaba Quiles que quedó atrapado entre el vehículo de cargas y el contenedor. Las heridas le provocaron la muerte.
Unos meses después, el 4 de julio, Damián Jonathan Lobos, de 39 años, falleció cerca del yacimiento Mata Mora, a pocos kilómetros de San Patricio del Chañar. El trabajador era mecánico y estaba en un camión cisterna Mercedes Benz y quedó atrapado entre la cabina y el chasis del camión cuando hacía una reparación.