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La cadena mayorista Makro, controlada por el grupo neerlandés SHV Holding, inició el proceso de venta de sus activos en Argentina, tasados en aproximadamente u$d 200 millones.

La firma entregó un poder de venta al Banco Santander que ya inició sondeos con posibles compradores, incluidas otras cadenas mayoristas y supermercadistas. Aunque la oficina de Makro en Buenos Aires niega la venta, la caída en el consumo ha obligado a la empresa a considerar esta opción.

Makro llegó a Argentina en 1988 y actualmente cuenta con 24 sucursales distribuidas en 10 provincias, entre ellas Neuquén. La cadena es referencia en el mercado mayorista junto a competidores como Maxiconsumo y Diarco. Además, Makro dispone de tres marcas propias: Aro, M&K y Ternes, que incluyen productos de alimentos, bebidas y artículos de limpieza.

No obstante, y tras 36 años de permanencia en el país, la caída de ventas que se prolonga, la recesión y un modelo que apuesta a salarios bajos con un mercado interno "desinflado", habría disparado la decisión de venta.

CAME informó en julio pasado que las ventas minoristas cayeron un 21,9% anual en junio con un 17,2 de descenso acumulado en el primer semestre del año.

Según datos del INDEC en junio de 2024, el índice de ventas totales a precios constantes mostró una disminución del 14,5% para autoservicios mayoristas en comparación con el mismo mes del año anterior. Entre enero y junio de 2024, la caída acumulada fue del 12,6% respecto al mismo período de 2023.

Para completar la escena, la inflación persistente y la contracción en el poder adquisitivo están afectando los modelos de negocio que antes eran rentables.

Makro vendió en diciembre de 2.020 las sucursales en Perú; en 2021, salió de Venezuela y en enero de 2023, hizo lo mismo en Brasil. Sólo había conservado sus negocios en Colombia y Argentina.  .