Fernando Sabag Montiel se inmoló y asumió en soledad la responsabilidad por el intento de magnicidio de la vicepresidenta Cristina Fernández. En la misma línea, desligó a Gabriel Carrizo –el jefe de los llamados “los copitos”- y Brenda Uliarte, su pareja de ese momento.

Sabag Montiel dio la versión que más beneficia al grupo que lo acompañó en el atentado y desconectó las relaciones políticas. Asimismo, justificó el atentado como “un acto de justicia y no un acto en el que traté de favorecerme económicamente o por otro lado. Tiene una connotación más profunda, más ética y más comprometida con el bien social que con otra cosa”.

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Además, remarcó la intención de desvincular a Uliarte del suceso aunque reconoció que era “fanática de Milei”.

Respecto a Carrizo, solo admitió conocerlo por una relación laboral y negó cualquier relación con la agrupación de ultraderecha Revolución Federal. “No los conozco”, dijo cuando le preguntó por ellos.

Respecto a la responsabilidad en el intento de homicidio, sostuvo que “No se lo puedo endilgar a otra persona o hacerla partícipe, (pero) de una forma indirecta tiene mucha influencia. Empecé a creer que el problema estaba en otro lado. ¿Por qué yo hago todas las cosas bien y me va mal?”.

Además, argumentó que “Si hablamos de una forma piramidal, Cristina es la cabeza de todo. ¿Por qué le vamos a echar la culpa a ministro de Economía, o a Alberto Fernández, o a los piqueteros, si ella es la cúspide? Si ella no lo permite, nadie puede hacer nada”. El juicio continuará el próximo miércoles.