Somos Télam
La Federación Sindical de Profesionales de la Salud (Fesprosa), que lidera María Boriotti, denunció este martes que el anuncio del Gobierno de Javier Milei de lanzamiento de los vouchers de salud constituye “un negocio privado financiado con fondos públicos”, aseguró la entidad gremial.

El ministro de Salud, Mario Russo; el titular de la Cámara baja, Martín Menem, y la hermana del presidente Milei, Karina Milei, anunciaron la implementación de los vouchers de salud en la comuna de San Nicolás.

Un documento de la Fesprosa sostuvo que la decisión oficial es “una vieja idea del Banco Mundial (BN), ya fracasada en los años ’90”, y señaló que el Ejecutivo libertario -asociado a la intendencia del municipio bonaerense de San Nicolás- lanzó el Seguro Médico Municipal, que rebautizó de manera pomposa “voucher de salud”, y enfatizó que “la idea de subsidiar la demanda, es decir, a la población sin cobertura, y no a la oferta, fue planteada por ese organismo de crédito internacional en aquellos años liberales como parte integrante de la estrategia del avance de ese sistema político”.

“El objetivo era entonces reducir los costos de los sistemas de atención pública universales a través de planes focales de cobertura mínima para los sectores más desfavorecidos. Si quería participar como actor en ese nuevo esquema de financiamiento, el sector público debía adaptarse y competir con los privados. Así surgieron diversos sistemas de seguros para los pobres”, denunció Boriotti.

Otros casos
En la Argentina, esos sistemas se denominaron “el Plan Nacer o Sumar, mientras que en Chile, Perú y México se aplicaron los seguros de salud y, en Colombia, hubo experiencias como la Ley 100, todo lo cual concluyó en un fracaso estruendoso como estrategia sanitaria, aunque en esos lugares se logró que muchos actores privados se beneficiaran e hicieran pingües negocios”, agregó Boriotti.

“Lo anunciado por el Gobierno de Milei, en asociación con una familia que tiene extensos antecedentes en el impulso de la privatización y achicamiento del sector público -los Pasagglia- no tiene nada de nuevo. Durante la gestión como ministro de Salud de Ismael Pasagglia, padre del hoy intendente, se denunciaron innumerables negociados y la planta del sector público de salud bonaerense fue reducida de 13 a 9 mil profesionales y, esas estrategias privatistas, fueron acompañadas por la reducción estatal”, señaló.

“El beneficiario de ese negociado, con dinero de todos los argentinos, es el Grupo Oroño, conocido en el sur de Santa Fe por su posición dominante como prestador médico privado de seguros de salud y de obras sociales”, advirtió Boriotti, oriunda de esa provincia, quien también rechazó “el congelamiento del presupuesto nacional de salud y de las transferencias a las provincias, que tienen a cargo el 90% de la planta instalada de hospitales y centros de atención primaria”, añadió en el documento.

Para la sindicalista, Milei acaba de propinar “un muy duro golpe al sistema de salud y sus trabajadores -más de 500 mil-, quienes sufrieron la reducción de “sus magros salarios en un 20% en los últimos seis meses”, y explicó que la decisión ficial acarrea varias dificultades, porque “sin claridad alguna respecto del orígen de los fondos, del alcance de esa preseunta cobertura, de su integralidad y universalidad y de la estrategia de atención primaria, la nueva aventura del mix público-privado tiene el destino de un fracaso estruendoso, como lo fueron las implementaciones y pruebas previas de aseguramiento del sector sin cobertura”.

Boriotti concluyó afirmando que 20 millones de argentinos dependen solo del sector público de salud, y aseguró que “lo más barato y eficiente desde el punto de vista económico y sanitario es fortalecer a los 1.700 hospitales y 6 mil centros públicos para que ofrezcan una atención integral de prevención, reparación y rehabilitación de la salud, porque todo lo demás es exclusivamente un negocio”