Por : Pipo Rossi
En consonancia con la intervención de nuestro Diputado Provincial Lic. Cesar Gass en la sesión de la Honorable legislatura del Neuquén y por la defensa de la Educación Pública y el presupuesto de las Universidades es bueno aclarar algunos hechos relacionados a estos reclamos en la historia del país.
Estamos obligados a recordar y por lo tanto debemos decir que hasta la llegada del radicalismo al gobierno sólo los hijos del poder accedían a las universidades, que eran un instrumento esencial de control ideológico y garantizaban la continuidad del sistema, educando, en los mismos valores de sus padres, a los futuros dirigentes de un país al que consideraban una propiedad privada.
Por ende en 1918 en la Argentina existían solamente tres universidades nacionales: la de Córdoba, fundada en 1613, la Buenos Aires, fundada en 1821 y la de La Plata, de 1890. La matrícula de las tres juntas llegaba por aquel entonces a catorce mil alumnos.
Con la Ley Electoral y la llegada al poder del radicalismo alentó las esperanzas de la clase media de acceder a una aspiración natural, fomentada y frustrada a la vez, por la lógica histérica del sistema capitalista: el ascenso social de sus hijos por medio del ejercicio de profesiones liberales. El sistema universitario vigente
era obsoleto y reaccionario.
El movimiento universitario reformista renovó los programas de estudio, posibilitó la apertura de la universidad a un mayor número de estudiantes, promovió la participación de estos en la dirección de las universidades e impulsó un acercamiento de las casas de estudios a los problemas del país. Implantó el cogobierno de la Universidad por graduados, docentes y alumnos; la libertad de cátedra y la autonomía.
El gobierno de Yrigoyen apoyó decididamente la Reforma y colaboró para que se extendiera por el país.
La nueva Universidad del Litoral, creada en 1919, y la de Tucumán, fundada en 1921, nacerán con el espíritu reformista. Los estatutos de la Universidad del Litoral fueron consensuados entre graduados, docentes y estudiantes, por eso fue llamada, con justicia, la Universidad de la Reforma.
Como lo garantiza en cada intervención el diputado César Gass defender la universidad pública y garantizar su funcionamiento es garantizar nuestro futuro.
Y por lo tanto "vamos a seguir elevando el reclamo para que las universidades nacionales tengan los recursos que necesitan."