Somos Télam
Apenas terminada la reunión del Consejo Superior en la que se declaró la crisis económica y en exclusiva con Somos Télam, Felipe Vega Terra detalló el impacto del recorte dispuesto por el Gobierno.


El director del Ciclo Básico Común (CBC) de la Universidad de Buenos Aires, Felipe Vega Terra, advirtió a Somos Télam que las universidades nacionales atraviesan “una situación de emergencia presupuestaria nunca antes vista” con un recorte del 80%, y que en la UBA, consolidada hoy en el ranking mundial anual QS como primera universidad nacional, afecta aún más por la actividad asistencial hospitalaria que brinda a través de una red de seis hospitales universitarios a su cargo donde se atiende a “decenas de miles de personas por año”.

La UBA tiene más de 320.000 estudiantes en 13 facultades que ofrecen más de 100 carreras de grado y se declaró este miércoles en “emergencia presupuestaria”.


El licenciado en Ciencias Políticas de la UBA Vega Terra es director del CBC desde agosto de 2022 cuando asumió el actual rector de la UBA, Ricardo Gelpi, fue director adjunto del CBC y también subsecretario de Hacienda y Administración de la Facultad de Ciencias Sociales (FSoc) de la UBA.

“Un presupuesto congelado a valores de hace un año y medio con 280% de inflación y con aumentos y ajustes en cuestiones básicas como la luz, el agua o el gas hacen que sea imposible imaginarnos funcionando con normalidad todo un año. Semana a semana la situación se agrava”.

Felipe Vega Terra
Además, es profesor de la materia “Sociedad y Estado” en el Colegio Nacional Buenos Aires y CBC, y de una materia introductoria en FSoc.


Sede del CBC en Agronomía.
– ¿Puede dejar de existir la UBA tal como la conocemos?

– Lo que estamos atravesando hoy es una situación de emergencia presupuestaria nunca antes vista. El Consejo Superior en la sesión de hoy (por este miércoles) se declaró en emergencia presupuestaria y adhirió a una movilización nacional convocada para el 23 de abril por todos los actores docentes, no docente y estudiantes, y a la que ayer adhirió el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN). La situación presupuestaria es muy compleja.

“La situación presupuestaria de la universidad en 2023 distaba de ser la ideal. Si le aplicamos este tremendo ajuste presupuestario por inflación, la situación que atravesamos es preocupante”.

A valores del 2023, la UBA invertía por año por alumno ocho veces menos que la Universidad Autónoma de México, y quince veces menos que la Universidad de San Pablo, que son las dos universidades que, junto con la UBA, están en el Top 100 de todas las universidades del mundo, con las que competimos por liderar la posición en toda la región. La UBA logra eso con un presupuesto que es entre ocho y quince veces menos de presupuesto. La situación presupuestaria de la universidad en 2023 distaba de ser la ideal. Si le aplicamos este tremendo ajuste presupuestario por inflación, la situación que atravesamos es preocupante.

– ¿Cuál es la situación presupuestaria de la UBA y de las demás universidades nacionales?

– Nosotros estamos funcionando desde enero con un presupuesto prorrogado en el marco de la ley de administración financiera, lo que quiere decir que tenemos asignado el mismo presupuesto que tuvimos en enero de 2023. La situación presupuestaria es muy compleja producto del ritmo inflacionario que pasó desde enero de 2023 hasta marzo de 2024. Un presupuesto congelado en términos nominales implica un presupuesto que sufrió un recorte brutal en su capacidad real de compra.

– ¿De cuánto es el recorte?

– Para dar un ejemplo en números redondos, si en enero del 2023 el presupuesto hubiera sido de 100 pesos, hoy en marzo de 2024 el presupuesto equivalente nominalmente sería de 24 (aproximadamente). Estamos hablando de un recorte de entre un 75 y un 80%. Por el ritmo de la inflación, y no solamente de la inflación general que ya debe estar trepando cerca del 280%, sino en particular la inflación de algunos rubros que afectan particularmente a la universidad como insumos para ciencia e investigación, e insumos hospitalarios, que en el caso de la universidad afecta muy fuerte por la red de hospitales universitarios que la UBA tiene a su cargo.

– ¿Cómo se compone este presupuesto universitario? ¿Alcanza el aumento que otorgó para los gastos de funcionamiento el gobierno la noche anterior al último paro universitario del 14 de marzo?

– El presupuesto tiene dos componentes principales: salarios (docentes y no docentes) y gastos de funcionamiento. Lo que el gobierno dijo haber aumentado un 70% a partir de marzo 2024 son los gastos de funcionamiento, que implica en el sistema universitario general un 10% (del presupuesto); y en el caso de la UBA va en torno al 12%. Por otro lado, el aumento tampoco es del 70% porque no es un aumento retroactivo al 1° de enero, es aproximadamente 56% por efecto de la inflación y por distribuir eso en 10 meses y no en 12.

“Lo que el gobierno dijo haber aumentado un 70% a partir de marzo 2024 son los gastos de funcionamiento, que implica en el sistema universitario general un 10% (del presupuesto)”.

En la UBA, además de los gastos de funcionamiento regulares, que son insumos y equipamiento para tareas de ciencia e investigación, para los laboratorios, tareas de extensión, conectividad, servicios públicos, mantenimiento de edificios, nosotros tenemos una situación particularmente angustiante en relación al presupuesto de lo que se llama la función salud, el presupuesto que se gira para mantener la actividad asistencial hospitalaria que en la UBA es enorme en el Hospital de Clínicas; Instituto de Oncología Ángel H. Roffo; Instituto de Investigaciones Médicas Dr Alfredo Lanari; Hospital Odontológico que funciona en la Facultad de Odontología; Instituto de Tisioneumonología Raúl F. Vaccarezza, que se especializa en patologías respiratorias; y el Hospital Veterinario que funciona en la Facultad de Veterinaria.

“Nosotros tenemos una situación particularmente angustiante en relación al presupuesto de lo que se llama la función salud, el presupuesto que se gira para mantener la actividad asistencial hospitalaria que en la UBA es enorme”.

Estos hospitales cumplen una doble función muy importante para la comunidad: son de referencia a nivel nacional y tienen servicios sanitarios hospitalarios que atienden a decenas de miles de personas por año, con miles de operaciones programadas al año, y además, son el centro hospitalario médico más grande de la Argentina y uno de los más grandes de la región. Que los hospitales funcionen es central para que los futuros graduados de esas profesiones tengan una formación de excelencia en su práctica hospitalaria. Todo esto sin contar el problema de los salarios que es muy grave.

– Se conoció este miércoles que la UBA rankeó en el estudio realizado por la consultora británica Quacquarelli Symondsy. En Artes y Humanidades entró en el top 50 a nivel global y nuevamente obtuvo el primer puesto nacional, poniéndose al frente de las universidades argentinas…

– Volvimos a crecer en muchas posiciones y nos consolidamos como primera universidad nacional, y tenemos seis disciplinas en el top 50 mundial: Lenguajes modernos, Ingeniería del Petróleo, Antropología, Ley, Sociología y Diseño. Las sociedades modernas se desarrollan por la integralidad. A nivel matrícula viene creciendo la cantidad de estudiantes que se inclinan por disciplinas vinculadas a las llamadas ciencias ‘duras’ y áreas vinculadas a las tecnologías, a las nuevas industrias del conocimiento, pero por supuesto que también un país y una sociedad necesita formar a los mejores en otras disciplinas, por ejemplo, como Abogacía, Sociología o Lenguas Modernas, que es la más alta en el ranking. Es un error pensar que hay un enfrentamiento entre disciplinas.

“La formación de estudiantes universitarios es un recurso estratégico para cualquier sociedad y país”.

Tenemos que aprovechar esta fortaleza y oportunidad que la Argentina tiene de seguir profundizando y mejorando la producción de más y mejores graduados universitarios, porque eso es una condición necesaria para el desarrollo. La formación de estudiantes universitarios es un recurso estratégico para cualquier sociedad y país, está demostrado en todos los estudios de desarrollo económico y social que hay una correlación directa entre la calidad y la cantidad de graduados universitarios que un país tiene y las posibilidades de resolver los principales problemas sociales que tiene: pobreza, desigualdad, crecimiento económico, riqueza.

– ¿Qué destaca de la UBA?

– El nivel de los graduados que la UBA forma es un diferencial estratégico que la Argentina tiene, estando en la élite del ranking mundial de universidades. No es un diferencial cualquiera, porque la UBA conjuga excelencia académica de las mejores del mundo con una masividad muy grande.


– ¿Qué cantidad de estudiantes ingresantes hubo este año en la UBA? ¿Hubo diferencia con años anteriores?

– Todavía no tengo los números consolidados por carrera, pero son muy similares a los del año pasado. Estamos hablando de arriba de 50 mil ingresantes, más los estudiantes que todavía siguen cursando el CBC, serían en total 90 mil solo en el CBC en el primer cuatrimestre.

– Ahora están dando clases públicas…

– Las gremiales docentes están planteando actividades de visibilización. Algunas gremiales y docentes deciden hacer clases públicas, como en Filosofía y Letras, otras están haciendo abrazos, como en la Facultad de Exactas, clases en plazas, actividades voluntarias, charlas sobre la cuestión del presupuesto en la que participo, por ejemplo.

– ¿Qué le dirías a quienes no dimensionan la gravedad del recorte presupuestario o que dicen ‘no les creo’?

– Siento por parte de los estudiantes un compromiso y una preocupación patente, porque los datos son objetivos. Hay otras cosas que por supuesto son opinables, debates siempre bienvenidos sobre los modelos de gestión, la dirección o la impronta de una política pública, pero en relación al presupuesto los datos están a la vista y son claros: un presupuesto congelado a valores de hace un año y medio con 280% de inflación y con aumentos y ajustes en cuestiones básicas como la luz, el agua o el gas hacen que sea imposible imaginarnos funcionando con normalidad todo un año. Semana a semana la situación se agrava.