Foto Leo Vaca

La detenida por el intento de asesinato de la Vicepresidenta declaró haber escuchado que el diputado del PRO "pagaba a varias personas para que participaran en manifestaciones y, con ello, generar disturbios y violencia". Además, vinculó a Sabag Montiel con Revolución Federal.

Brenda Uliarte, detenida por el intento de asesinato de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, declaró haber escuchado que el diputado del PRO Gerardo Milman le "pagaba a varias personas" a cambio de participar en manifestaciones con el fin de "generar disturbios y violencia" en cercanías de la casa de la exmandataria, y vinculó al atacante Fernando Sabag Montiel con el legislador y con la agrupación Revolución Federal.

Lo hizo a través de un escrito impreso de cuatro páginas que su abogada, Sabrina Mansilla, subió al expediente radicado ante el Tribunal Oral Federal (TOF) 6 que tiene a su cargo el juicio oral y público por el intento de magnicidio ocurrido el 1º de septiembre del 2022, según pudo reconstruir Télam de fuentes con acceso a la causa.

"Yo nunca vi a Milman pero decían que le pagaba a varias personas para que participaran en manifestaciones y con ello generar disturbios y violencia alrededor de la residencia de Cristina Kirchner"
Brenda Uliarte

"Yo no sé por qué Nando (su novio detenido Fernando Sabag Montiel) hizo esto, pero sí sé que él no es capaz de organizar y hacer todo esto solo, claramente alguien está atrás. Yo nunca vi a Milman pero decían que le pagaba a varias personas para que participaran en manifestaciones y con ello generar disturbios y violencia alrededor de la residencia de Cristina Kirchner", sostuvo la joven, procesada como coautora del intento de magnicidio.

"A ver, yo no digo que financiaron el atentado pero sí financiaban para agitar y armar quilombo. Y Carrizo (Nicolás, también detenido, jefe de Uliarte y Sabag Montiel en la venta de copos de nieve azucarada) sabe todo eso, pero él va a cubrir a Nando, porque no quiere tener quilombos con los de arriba, saben que hay pesos pesados", afirmó la imputada en el escrito que fue firmado por ella el lunes y que está certificado por un jefe de turno del servicio penitenciario federal de Ezeiza.

"También en una oportunidad yo lo escuché hablando con una chica, de nombre Carolina, y cuando le pregunté quién era, me dijo que era la secretaria de un amigo, y que ella le daba una mano, que no le rompa las bolas con los celos, en el mes y medio que estuvimos juntos me la nombró dos o tres veces", relató Uliarte a modo de ampliación de su declaración indagatoria, sin la obligación de decir la verdad.

Si bien no hizo mayores referencias, las fuentes estiman que en ese pasaje del texto Uliarte habría buscado referirse a Carolina Gómez Mónaco, asesora de Milman, que estaba con el diputado de Juntos por el Cambio en la confitería Casablanca cuando, según un testigo, el exfuncionario se habría referido al atentado antes de que ocurriera.

"Yo no puedo asegurar que a él (a Sabag Montiel) lo financiaron para que mate a alguien, pero sí en dos oportunidades me contó que financiaban a Revolución Federal. Había gente contactada al Gobierno anti k, que pagaba para que vayamos a las marchas y actos; en realidad le pagaban a él y él me llevaba a mí", refirió la imputada en el escrito.

"Yo fui un solo día a la sede de Revolución Federal a vender copitos, que me llevó Fernando. Él era parte de todo, no yo. De hecho, si le preguntan a los miembros de Revolución Federal nadie me conoce; o si me vieron, fue alguna vez vendiendo copitos en algún acto, no porque interese el acto en sí, porque se vendía re bien", aseguró.

La investigación a Milman
Milman es investigado en la parte del caso aún no enviada a juicio oral porque un testigo lo ubicó dos días antes del intento de asesinato en un bar cercano al Congreso Nacional y le atribuyó haber dicho la frase "cuando la maten, voy a estar camino a la Costa". Ese tramo del expediente está todavía en manos de la jueza federal María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo.

En la mesa de Milman, según relató el testigo y confirmaron los investigadores, estaban sentadas dos de sus colaboradoras: eran Carolina López Mónaco e Ivana Bohdziewicz.

Uliarte dijo que no contó todo esto durante la investigación del caso ante la jueza y el fiscal porque no confiaba en su defensor oficial, Gustavo Kollman, situación que cambió ahora que tiene nueva defensa particular, a cargo de la abogada Sabrina Mansilla, vinculada al estudio que conduce el defensor y exreducidor de autos Carlos Telleldín.

Revolución Federal y el ataque a Cristina
Los hechos vinculados a Revolución Federal se investigan en una causa judicial aparte que tienen el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi y el fiscal Gerardo Pollicita, quienes describieron una cronología de actos de violencia que se suscitaron antes del atentado y pudieron haber generado el caldo de cultivo para que alguien intentara cometerlo.

Uliarte graficó que vive "un infierno" por lo que hizo Sabag Montiel y "sus decisiones" y buscó distanciarse del intento de atentado, al punto de sostener que aquel día acompañó a Sabag durante toda la tarde porque él la había amenazado.

Sobre el intento de asesinato a la Vicepresidenta la noche del 1º de septiembre de 2022, dijo no saber por qué Sabag Montiel lo hizo, reiteró que ignoraba sus planes cuando lo acompañó amenazada a la manifestación en Recoleta y que -de hecho- intentó evitarlo, sin éxito.

"Cuando vi que se acercaba, lo agarré del brazo y le digo que no lo haga, me grita 'cobarde' y cuando me di cuenta que realmente lo iba a hacer, que iba derecho a Cristina, me fui a la esquina, estaba paralizada"

"El día que pasó... todo ese día Nando estuvo raro, era jueves, estaba estudiando y estaba haciendo UBA XXI Medicina, el CBC; cuando me mostró el arma yo al principio pensé que era una réplica; ese día Fernando me apuntó con el arma y me decía 'ahora si quiero te mato'", sostuvo.

Uliarte aseguró que creyó que no era verdad que Sabag planeaba matar a la Vicepresidenta y pensó que el arma era "una réplica o no funcionaba" e insinuó que sufría violencia de género por parte de su entonces novio.

"De corazón, nunca pensé ni que era de verdad ni que sería capaz de hacer algo así", afirmó y dijo que el grupo de los "copitos" intenta presentarla como la responsable de todo.

"Cuando vi que se acercaba, lo agarré del brazo y le digo que no lo haga, me grita 'cobarde' y cuando me di cuenta que realmente lo iba a hacer, que iba derecho a Cristina, me fui a la esquina, estaba paralizada", narró.

Sabag Moniel, Uliarte y Carrizo, este último como partícipe secundario, ya fueron enviados a juicio por la jueza Capuchetti en el tramo de la causa que investigó la materialidad del hecho y queda en su juzgado la parte vinculada a una presunta autoría intelectual, tramo en el que está imputado Milman.

Grabois advirtió que un país democrático no puede permitirse que el atentado a CFK "quede impune"
El dirigente del Frente Patria Grande, Juan Grabois, advirtió este martes que un país democrático no puede permitirse que el intento de asesinato a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner quede "impune", el mismo día en que la detenida por el intento de magnicidio, Brenda Uliarte, vinculó en su declaración al diputado del PRO, Gerardo Milman, con pagos a "varias personas para que participaran de manifestaciones" de la organización Revolución Federal (RF).

"Si el atentado contra la vicepresidenta queda impune, se deja abierta una grieta que ningún país democrático puede permitirse", advirtió Grabois en un mensaje publicado en su cuenta oficial de la red social X, antes conocida como Twitter.

El ex precandidato presidencial realizó una extensa publicación en esa red social en el día que la detenida en la causa que investiga el intento de magnicidio, Brenda Uliarte, declaró haber escuchado que Milman "pagaba a varias personas para que participaran en manifestaciones" de la organización Revolución Federal (RF)

"Brenda Uliarte explica que el sicario (Fernando) Sabag Montiel era parte del esquema de RF. Esta organización, cuanto menos, estaba financiada por los Caputo, como consta en el expediente del (juez federal) Martínez de Giorgi; vemos que también coordinaba acciones con Milman", apuntó Grabois.

Además señaló que la organización "sigue activa en el submundo paramilitar" de la candidata a vicepresidente por La Libertad Avanza, Victoria Villarruel, con otros de sus referentes como Leonardo Sosa y Jonathan Morel "activos en redes sociales amenazando públicamente con violar y lapidar dirigentes que consideran enemigos".

"Morel y Sosa son ya parte orgánica de una fuerza institucional (LLA) que toma como símbolo al personaje de la Masacre de Texas. Si no fuera real, sería una película de terror", aseveró.

En su publicación Grabois también sostuvo que la jueza María Eugenia Capuchetti "entregó a la PSA el celular del (acusado Fernando) Sabag Montiel desde el que hablaba con la secretaria del (diputado Gerardo) Milman" en un" sobre abierto" habiéndose violado la cadena de custodia y que luego "mágicamente se borró".

"Esa misma jueza, que debería haber atravesado un jury por el manejo de la prueba, luego se negó a unificar la causa del atentado a la vicepresidenta con la causa de Revolución Federal pese a las conexiones absolutamente evidentes, en particular el rol de Milman, (la candidata presidencial de Juntos por el Cambio, Patricia) Bullrich y Revolución Federal en la preparación del clima, planificación, financiamiento, ejecución y encubrimiento del atentado", subrayó.

En tanto, se refirió al spot que Bullrich publicó el pasado sábado y sostuvo que se trató de "una nueva apología al magnicidio".

"Un spot bautizando una cárcel con el nombre de la vicepresidenta. Los edificios públicos llevan nombre de personas fallecidas... qué va a poner en el próximo spot ¿una Bersa 32?", expresó Grabois.

Finalmente, aseguró que una sociedad que se pretenda "mínimamente civilizada no puede dejar pasar estas cosas" y advirtió que "no es un problema de la vicepresidenta, es un problema para la convivencia democrática, la paz, las reglas más elementales de la vida común que desde luego impactan en la vida económica y social de las grandes mayorías".

"No puede haber ningún margen para la violencia política, la proscripción, la coacción, el terrorismo de Estado, la justicia mafiosa, la apología del asesinato. No podemos naturalizar esta democracia secuestrada", completó.