Con una inversión de 250 millones de dólares, la megaobra permitirá incrementar las exportaciones a Chile y explorar la demanda de los mercados del Pacífico mediante una traza que tiene una capacidad 25.000 metros cúbicos por día.
Por Ignacio Ortiz
La petrolera YPF proyecta inaugurar a fines de septiembre el oleoducto Vaca Muerta Norte, una obra que tiene 150 kilómetros de extensión que atraviesa 16 áreas de producción de crudo, lo que permitirá incrementar las exportaciones a Chile y explorar la demanda de los mercados del Pacífico.
Voceros de la compañía explicaron que el Oleoducto Vaca Muerta Norte -con una inversión de 250 millones de dólares- tiene una traza que parte del área La Amarga Chica que opera YPF en la cuenca neuquina, y atraviesa el hub de bloques de crudo de mayor productividad de la formación en la actualidad.
El nuevo ducto de 24 pulgadas -que tiene una una capacidad de transporte de 25.000 metros cúbicos por día, equivalente a más de 155.000 barriles- se extenderá hasta la cabecera del Oleoducto Trasandino (Otasa), un nodo ubicado a la altura de la localidad neuquina de Puerto Hernández.
Como la capacidad de transporte de Vaca Muerta Norte superará lo que pueda inyectar en Otasa, parte del crudo se enviará desde la misma cabecera de Puerto Hernández hacia la refinería que YPF posee en la localidad mendocina de Luján de Cuyo.
La destilería de Luján de Cuyo está siendo objeto desde hace dos años de una inversión de US$ 800 millones, para permitir incrementar la capacidad de tratamiento del tipo de crudo liviano que se produce en Vaca Muerta y modernizar los procesos para obtener un combustible más limpio y de mejor calidad.
La vinculación a Otasa explica la importancia de la obra que lleva adelante YPF, ya que permitirá incrementar los volúmenes de exportación disponibles hacia Chile, donde abastecerá la demanda de las refinerías de Aconcagua y Biobío, que pertenecen a la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP).
El oleoducto que atraviesa la Cordillera, que en su recorrido alcanza los 2.000 metros de altura, fue reinaugurado en mayo luego de más de un año de obras encaradas para rehabilitar su operatividad tras 17 años de suspendidas las ventas de crudo al vecino país.
Aquella recuperación del ducto, encabezada por YPF junto a los socios accionistas Enap y la estadounidense Chevron, permitió que en la actualidad la Argentina exporte unos 40.000 barriles de petróleo diario provenientes del no convencional neuquino.
El ducto binacional, que cuenta con una extensión de 427 kilómetros, tiene una capacidad de hasta 110.000 barriles diarios, volúmenes que recién en 2024 se podrán alcanzar cuando entre en operación la obra de Vaca Muerta Norte.
La petrolera chilena señaló en junio que firmó contratos comerciales con cuatro empresas para la importación de crudo desde Argentina.
Esos contratos se realizaron con la empresa malaya Petronas, la noruega Equinor, la argentina Vista y la británica Shell, que tienen operaciones en la provincia de Neuquén, las que se suman al acuerdo que ENAP concretó con YPF a comienzos de mayo.
La ampliación de la cartera crudo implicará a la vez un cambio en las operaciones de Enap, que pasará a recibir alrededor de un 25% de sus compras de petróleo a través de este oleoducto, lo que asegura mayor estabilidad para las refinerías Aconcagua y Bío Bío.
De acuerdo a las primeras estimaciones, la habilitación de Vaca Muerta Norte permitirá a partir de octubre elevar el bombeo de crudo hasta los 70.000 barriles diarios e incrementar progresivamente en tanto se vayan complementando las obras finales de Otasa del lado chileno, se explicó.
En el futuro, como el total de la capacidad de Otasa excederá la demanda chilena, desde YPF ya se anticipa la posibilidad de contar con el excedente disponible para comenzar la exploración de los mercados del Pacífico.
En particular, el objetivo de las empresas productoras locales se centra en los mercados de mayor demanda actual como los países del sudeste asiático, o la Costa Oeste de lo Estados Unidos, país que ya es el primer destino de las exportaciones del shale oil de Vaca Muerta
Esta salida marítima requerirá una adecuación de los puertos chilenos del Pacífico para la operatoria de exportación, y se suma a la posibilidad que ya se anticipa tendrá una eventual producción comercial del no convencional de Palermo Aike, que podrá salir hacia Oriente por los puertos santacruceños.
Mientras tanto, el nuevo oleoducto de Vaca Muerta Norte atravesará 16 áreas hidrocarburíferas concesionadas a lo largo de su recorrido, desde la mencionada La Amarga Chica -donde YPF es socia con la malaya Petronas- pasando por otras como Bandurria Sur, Bajada de Añelo, Pampa de las Yeguas, Rincón La Ceniza o Bajada del Choique.
La obra forma parte de las inversiones que lleva adelante la petrolera nacional, y de las que se destacan las operaciones de exploración que comenzarán en semana en el no convencional santacruceño de Palermo Aike, la inminente exploración off shore en el bloque CAN100, o el oleoducto Vaca Muerta Sur que dará una nueva salida al crudo neuquino por el Atlántico.
En junio, la gobernación de Neuquén informó que se alcanzó desde esa cuenca el récord en la exportación de petróleo con el envío de 2,77 millones de barriles, el volumen más alto del primer semestre del año y que representó el 29% de la producción total de la provincia, a un precio promedio de 67 dólares por barril.
Según informó el Ministerio de Energía y Recursos Naturales, entre las empresas que más exportaron, se encuentran: Vista Energy (la operadora que más exportó con 491.000 barriles), Petronas (470.000), Compañía de Hidrocarburos No Convencional (469.000) y Shell (455.000).