Este domingo, los votantes de UxP tendrán dos fórmulas para elegir: Massa junto a Agustín Rossi y Grabois secundado por Paula Abal Medina; será la primera vez que el frente electoral conformado por el peronismo vaya a las PASO a resolver quién será su candidato presidencial.
Por Julio El Ali
En el año en que se cumplen cuatro décadas de la recuperación democrática, Unión por la Patria (UxP) definirá este domingo la fórmula presidencial del peronismo a través de una competencia interna entre el ministro de Economía, Sergio Massa, y el representante del Frente Patria Grande, Juan Grabois.
Se trata de un hecho que no sucedía desde la compulsa electoral entre Carlos Menem y Antonio Cafiero de 1988.
Desde que se establecieron en 2009 las elecciones primarias abiertas simultáneas y obligatorias (PASO) por iniciativa de Néstor Kirchner y la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner con la sanción de la "Ley de Democratización de la Representación Política, la Transparencia y la Equidad Electoral", será la primera vez que el frente electoral conformado por el peronismo vaya a las PASO a resolver quien será su candidato a presidente.
En las primarias de este domingo los votantes de UxP tendrán dos fórmulas para elegir: Massa junto a Agustín Rossi y Grabois secundado por Paula Abal Medina.
El binomio Massa-Rossi asoma desde la lógica política como el más probable ganador de la puja a partir de los consensos que cosechó el tigrense desde su definición sobre el cierre de la presentación de las listas, tras unos días de tensión por la imposibilidad de llegar a una fórmula de síntesis.
Si bien no se logró la fórmula única, la mayoría da por descontado que Massa será finalmente el candidato a la Presidencia porque cuenta con el apoyo de los gobernadores, de la mayoría de los movimientos sociales, más agrupaciones kirchneristas, el Partido Justicialista, las estructuras sindicales de la CGT y la CTA de los Trabajadores; también lo respaldan los intendentes del conurbano.
Para la militancia del ex Frente de Todos el resultado en el plano interno es casi cosa juzgada, pero para Massa y su equipo lo que ocurra este domingo no es un compromiso sin importancia sino que "es el primer partido que hay que salir a ganar desde el primer minuto" como planteó el exintendente de Tigre en Santiago del Estero, en uno de los últimos actos de la gira federal a la que dedicó el tramo clave de su campaña.
En otra alegoría futbolera -un recurso al que apeló reiteradamente Massa en las últimas semanas-, el ministro de Economía exhortó a la militancia gremial y política del peronismo a esforzarse todo lo que pueda porque, arengó, "el domingo, cueste lo que cueste, tenemos que ganar".
El llamado a no relajarse y a tomar en serio la PASO fue una de sus principales definiciones durante el acto de la CGT realizado en el estadio Arena de la localidad bonaerense de Tortuguitas. Donde también se comprometió a ser "el Presidente del trabajo y de los trabajadores".
Pero, además, aquella consigna sobre la búsqueda del triunfo tiene una doble arista que se encargan de explicar desde la mesa política 'Massa Presidente', que se reúne regularmente en el búnker de UxP de Bartolomé Mitre 363, ubicado en el centro porteño, a una cuadra de la Casa Rosada.
'Ganar cueste lo que cueste ese primer partido' tiene que ver con el objetivo de que Massa sea el candidato más votado en las PASO en términos individuales, para afrontar con ese envión el lapso hasta las elecciones generales del 22 de octubre.
A la vez, permitiría dar un mensaje de estabilidad económica que para el día posterior a las primarias, incluso si UxP no fuera la coalición electoral más votada.
Desde la usina oficialista, que coordina el consultor catalán Antoni Gutiérrez-Rubí, la campaña se focalizó en esta primera etapa en la figura del ministro, quien mantuvo su doble rol de funcionario y precandidato mientras profundizaba su impronta hiperactiva con capacidad de negociación en varios frentes en simultáneo.
Además, su gestión en este período estuvo atravesada por la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI); fueron tratativas complejas que buscaban un adelanto de desembolsos y nuevas condiciones del programa con el organismo por los efectos de la sequía.
Su intervención tuvo claves como el acuerdo técnico con el FMI en el marco de la quinta y sexta revisión, pero incluyó también hitos inéditos para la relación entre países endeudados y organismos multilaterales de crédito, como el pago de vencimientos de deuda con yuanes, el uso de Derechos Especiales de Giro (DEG) de Qatar también para cancelar deuda y la habilitación de una línea crediticia de la ex Corporación Andina de Fomento (CAF), con el mismo fin.
Massa, como figura del oficialismo en el centro de la escena, tuvo su correlato en la consideración popular porque -de acuerdo a los sondeos de opinión que manejan en el búnker- es considerado un candidato que combina el atributo de la "firmeza" para tomar las decisiones relevantes con la capacidad de "diálogo" con todos los sectores, a diferencia de los principales precandidatos de la oposición.
Desde la mesa política 'Massa Presidente' consideran que lo que suceda este domingo será clave no solo por la competencia con Grabois, a la que más de uno no tiene demasiado en cuenta, sino de cara a las elecciones de octubre.
Por ese motivo, desde UxP ya comenzaron a delinear la estrategia a desplegar entre el lunes 14 de agosto y el domingo 22 de octubre, que estará focalizada en la polarización en defensa de un modelo de país.
La coalición peronista, en ese marco, buscará presentarse como el espacio que puede garantizar la estabilización definitiva de la economía, que hasta ahora estuvo condicionada por la multimillonaria deuda con el FMI contraída por Mauricio Macri, el impacto de la pandemia, la guerra en Ucrania y los efectos de la sequía.
En la etapa de campaña que se viene, Massa buscará el apoyo de todos aquellos que en 2019 votaron al Frente de Todos pero que ahora se muestran desilusionados; también a los que no vayan a votar y a quienes lo hagan en blanco.
El ausentismo y la búsqueda de sumar apoyos entre los indecisos fueron los objetivos centrales de la última semana, con un ministro que tenía una agenda frenética pero que debió suspender abruptamente -como el resto de las fuerzas políticas- por el asesinato de una niña de 11 años que se dirigía a la escuela, Morena Domínguez, durante un robo realizado por motochorros en Villa Diamante, partido de Lanús.
A ese crimen doloroso, por el cual se canceló el acto de cierre previsto en el Teatro Argentino de La Plata, se sumó el jueves la muerte del militante Facundo Molares a metros del Obelisco luego de que la Policía de la Ciudad reprimiera una manifestación muy pequeña en la Plaza de la República; una protesta que no había llegado a cortar el tránsito.
Ambos casos impactaron en el cierre de campaña e incrementaron la incertidumbre en el oficialismo pero también en resto de las fuerzas políticas, con un escenario electoral que hasta el inicio de la veda mostraba un porcentaje no menor que no quería revelar su voto o que se mantenía indeciso.