La sentencia benefició a Mafalda Beatriz Secreto (65), al cabo del juicio por el crimen de José Luis Arenas (60), quien murió de un balazo en la cabeza.
La mujer que había llegado a juicio oral por haber asesinado a su pareja, cuyo cadáver fue hallado descuartizado en una casa de la ciudad bonaerense de Colón en 2019, fue absuelta hoy por un tribunal oral en Pergamino, que consideró que la imputada "se defendió" de los ataques constantes de violencia de género de los que era víctima.
"No es cierto que haya contado con otra salida", consideraron los integrantes del Tribunal Oral Criminal (TOC) 1 de Pergamino, al absolver a Mafalda Beatriz Secreto (65) en la última jornada del juicio oral al que fue sometida por el homicidio de José Luis Arenas (60), hallado asesinado el 1 de junio de 2019 en una vivienda ubicada en la calle 11 entre 50 y 51, de Colón.
En la sentencia, que fue dada a conocer pasado este mediodía, los magistrados hicieron referencia directa a la situación de violencia que sufría la mujer, al destacar que Arenas "controlaba y disponía de la vida de Secreto", la cual "se encontraba bloqueada directa e indirectamente".
“El cúmulo de pruebas da cuenta de que Secreto, a lo largo de su relación con Arenas, intentó en todo momento de satisfacerlo en sus requerimientos y recibió como respuesta un maltrato constante”, describió el TOC 1 de Pergamino, presidido por el juez Guillermo Mario Burrone e integrado por Gladys Hamué y Alejandro Salguero.
Al respecto, el tribunal añadió que “Secreto padecía violencias de todo tipo, de manera reiterada, constante y en aumento” y que se encontraba en “una clara posición de inferioridad física y psíquica respecto de su agresor”.
En ese contexto, los magistrados resaltaron que las particularidades del caso “requirieron redefinir la necesidad de la acción defensiva” e instaron a “buscar otro tipo de resolución” a la propuesta por el fiscal Ignacio Uthurry, quien en sus alegatos solicitó que Secreto sea condenada a 18 años de prisión por "homicidio agravado por la relación de pareja en estado de emoción violenta".
“Las agresiones constantes que sufría Secreto generaban un peligro latente para sus bienes jurídicos, por lo que, ante esa situación de peligro, era posible emprender una acción defensiva en cualquier momento. Secreto utilizó el único medio del que dispuso para terminar con los ataques en su contra y proteger su integridad psicofísica”, concluyeron.
Al escuchar e veredicto absolutorio, la mujer rompió en llanto y, una vez concluida la audiencia, expresó: "Le doy gracias a los jueces que me escucharon. Gracias a la justicia que me escuchó. Porque le pusieron atención a la perspectiva de género. Es terrible lo que sufrimos las personas abusadas".
“Me utilizó de mil maneras. Drogadicción, prostitución. Si yo hubiese estado en mi sano juicio, jamás lo hubiese hecho. En mi vida había tocado un arma, nunca le hubiera pegado un tiro a nadie. Siento mucha vergüenza de haber puesto en peligro a mis hijas y mis nietas. Porque las puse en peligro al ponerme en pareja con José”, agregó con lágrimas en sus ojos Mafalda.
Por su parte, la abogada de Secreto, Raquel Hermida Leyenda, dijo que aunque el Ministerio Público "trató de centrar este caso de la supuesta decisión de Mafalda de tratar de desaparecer el cuerpo" de su pareja, lo sucedido fue "en contexto de violencia de género".
"Yo tenía fe. La conducta de Mafalda fue la única que podía tener para defenderse. Esta situación fue completamente excepcional", destacó.
A su vez, la letrada instó a víctimas de violencia de género a que “denuncien lo que están atravesando” y agregó que este fallo da “jurisprudencia a favor de las mujeres”.
“Yo me dedico a generar nuevas jurisprudencias que beneficien a cada una de las mujeres. Cada una de las sentencias que adquiero son para multiplicar. Todas sabemos que Mafalda podemos ser todas. Trataremos de evitarlo y hacer las denuncias acompañados”.
Durante los alegatos, Hermida Leyenda pidió al TOC 1 que absuelva a la mujer ya que era víctima de constantes agresiones por parte del hombre asesinado, lo cual finalmente fallaron los jueces.
El cuerpo de Arenas fue encontrado el 1 de junio de 2019 en una vivienda ubicada en la calle 11 entre 50 y 51, de Colón, localidad ubicada a 50 kilómetros de Pergamino.
Según la pesquisa, esa mañana Secreto fue a la casa de su hermano para decirle que había asesinado a su pareja y que necesitaba ayuda para deshacerse del cadáver.
Horas después, el hombre se presentó en la comisaría local para informar el homicidio a la Policía.
Ante esta situación, los efectivos concurrieron a la vivienda de la hermana del denunciante y encontraron a la mujer, quien reconoció el hecho, por lo que fue trasladada a la seccional, mientras que los peritos hallaron el cadáver de Arenas en un galpón ubicado en el fondo del terreno, tapado con la lona de una pileta.
El cuerpo estaba boca abajo y descuartizado, ya que le faltaban los miembros inferiores a la altura de la rodilla, y el brazo derecho desde el codo, y además presentaba un balazo en el maxilar derecho que, según la autopsia, fue lo que le provocó la muerte.