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Por pedido de la fiscal del caso Paula Gonzáles y de la asistente letrada Noelia Stillger, el efectivo de la policía provincial Sergio Oscar Palomino comenzó a ser juzgado por disparar al exdiputado Raúl Godoy.

El proceso está a cargo de un tribunal colegiado y la acusación es por el delito de lesiones graves, agravadas por haber sido cometido por un funcionario policial en abuso de sus funciones; por alevosía y por el uso de arma de fuego (artículos 90 y 92, con remisión al artículo 80, inciso noveno y segundo; y 41 bis del Código Penal).

El juicio comenzó alrededor de las 9 y, durante el alegato de apertura, la fiscal Gonzáles aseguró que el Ministerio Público Fiscal logrará acreditar la materialidad y autoría del hecho.

La teoría del caso es que el 8 de diciembre de 2017, Palomino le disparó a Godoy con un arma de fuego y lo lesionó gravemente. La agresión se produjo en el marco de un desalojo ordenado por un juez, que se llevaba a cabo en una maderera ubicada en la zona del Parque Industrial de la ciudad. Godoy se encontraba de espaldas al imputado y de frente a los trabajadores de la empresa intentando separarlos. Desde ese lugar y a corta distancia, Palomino realizó el disparo de arriba hacia abajo, con una escopeta. El proyectil impactó en el tobillo de la víctima, quien resultó gravemente lesionada.

Entre las pruebas ofrecidas por la fiscalía se encuentra el testimonio de la víctima, de los manifestantes y fotógrafos que se encontraban en el lugar, el jefe del operativo, videos del momento del hecho y fotografías, entre otras evidencias.

Los abogados particulares que intervinieron como querellantes en representación de Raúl Godoy adhirieron al planteo de la fiscalía.