Se trata de Ángel Eduardo Andrada, condenado por el femicidio de Carolina Ledesma, con quien mantenía una relación extramatrimonial y la asesinó de un balazo en el abdomen en 2019.

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Un hombre fue condenado este jueves a prisión perpetua por el femicidio de una joven de 21 años con quien mantenía una relación extramatrimonial y había quedado embarazada, a quien asesinó de un balazo en el abdomen en la localidad bonaerense de Ingeniero Budge, en 2019, informaron fuentes judiciales.

Se trata de Ángel Eduardo Andrada (30), quien recibió la pena máxima por el "homicidio doblemente agravado por el vínculo y por haber sido cometido por un hombre contra una mujer mediando violencia de género", en perjuicio de Carolina Ledesma (21).

"Nos sentimos muy emocionadas, felices, también un poco desconcertadas porque estamos desacostumbradas a lo que significa una victoria en los márgenes del sistema judicial", dijo a Télam Tamara Kallsen, integrante de la Campaña por Justicia para Carolina Ledesma, tras el fallo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de Lomas de Zamora.

Los jueces coincidieron con el fiscal de juicio, Andrés Santos Procopio, quien había pedido que Andrada sea condenado a la máxima pena por femicidio. En tanto, la defensa de Andrada había solicitado que sea encuadrado como un "homicidio culposo", ya que consideró que el disparo había sido "accidental".

"Estaremos atentas a que la condena se realice de manera efectiva, a que no salga y que se pase toda la vida en la cárcel y ante posibles intentos de apelar el fallo por parte de la defensa", afirmó Kallsen.

La joven añadió que van "a disfrutar lo conseguido" y sostuvo que seguirán "reafirmando que es la lucha y la organización la que hace que se escuchen las voces de quienes acompañan estas situaciones de violencia que lamentablemente terminan en femicidios".

El imputado, quien dos días antes del hecho había sido padre producto de la relación con su esposa, cometió el crimen porque Carolina estaba embarazada de tres meses y él quería que abortase.

Si bien el acusado que llegó detenido al debate no declaró ante los jueces, en sus "últimas palabras" repitió lo que dijo en la etapa de instrucción respecto a que no la quiso matar y, tras pedir "perdón", aseguró que no es un "asesino".

Andrada había dicho ante la fiscal de instrucción Marcela Juan que no tuvo intención de matar a la víctima y que cuando esa madrugada se levantó y fue a buscar el arma arriba de la heladera porque sabía que lo estaban buscando por un altercado del día anterior, se le disparó accidentalmente cuando le colocó el cargador.

Sin embargo, el informe pericial descartó de plano esa posibilidad y remarcó que "el arma utilizada no pudo haber sido accionada en la forma que él lo describe, ya que por el solo hecho de colocar el cargador en una pistola, el arma no está en condiciones de efectuar un disparo si previamente no se monta".

De esta manera, el fiscal Procopio dio por probado que el imputado, quien dos días antes del hecho había sido padre producto de la relación con su esposa, cometió el crimen porque Carolina estaba embarazada de tres meses y él quería que abortase.

No obstante, la joven decidió no hacerlo porque tenía el apoyo de su madre, Gladys, para criar a la criatura y en la madrugada del lunes 18 de febrero de 2019 Andrada la mató de un disparo en el abdomen, determinaron los investigadores.

La mamá de "Caro" y una amiga declararon en el juicio y confirmaron que el acusado no quería tener el bebé con ella para que su esposa no se enterase de su relación extramatrimonial.

"Se pudo comprobar que sí hubo violencia de género previa de parte de Andrada, que sí fue un femicidio y que la mató por el hecho de ser mujer y por el hecho de que estaba embarazada de él y quería evitarlo", afirmó Kallsen.

El femicidio de Ledesma, quien militaba en la agrupación Túpac Amaru, fue descubierto por su propia madre, en una vivienda situada en Evaristo Carriego y Epecuén, de Ingeniero Budge. La mujer concurrió a la vivienda luego de que el imputado le dijera que habían querido asaltar la casa de su hija y ésta resultó baleada en un tiroteo.

Andrada estuvo dos días prófugo hasta que personal de la comisaría 10ma. de Lomas de Zamora lo detuvo en una pizzería ubicada en la calle Virgen de Itatí, entre Saladillo y Montiel, de esa localidad.