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Un informe de la UFIARM revela patrones de riesgo en las transferencias ilícitas de armas de fuego hacia organizaciones criminales

La Unidad Fiscal Especializada en la Investigación de Ilícitos relacionados con Armas de Fuego, Explosivos y demás Materiales Controlados (UFIARM) ha emitido una seria advertencia sobre el aumento de una modalidad delictiva: la aparición de "compradores ficticios" o testaferros. Se trata de personas que, siendo legítimas usuarias de armas, las adquieren en el mercado formal para luego desviarlas de manera ilegal a terceros que carecen de habilitación.

El organismo, bajo la dirección del fiscal general adjunto Gabriel González Da Silva, publicó un documento técnico clave: "Indicadores de riesgos relacionados con testaferros de armas de fuego". El objetivo de este material es sistematizar la información recabada en investigaciones preliminares para proveer herramientas de detección temprana que frenen el desvío de armas hacia la criminalidad.

El informe subraya que este fenómeno es de creciente relevancia. No se descarta que los receptores finales de estas armas sean organizaciones criminales.
Indicadores de riesgo y complejidad de las maniobras

A partir del análisis de casos ya confirmados, la UFIARM logró identificar una serie de patrones de comportamiento en estas operaciones. Basándose en ellos, se presentó un listado no taxativo de indicadores de riesgo diseñado para orientar la labor de fiscalías y otros organismos encargados del control, detección y persecución de estas actividades.

El portal Fiscales destaca que los indicadores clave incluyen:

·Factores vinculados al domicilio declarado por el comprador.

·Su capacidad contributiva (ingresos).

·La cantidad y el tipo de armas adquiridas, así como la periodicidad de dichas compras.

·El paradero o destino final de las armas.

El documento resalta que si bien estas conductas pueden tipificarse como entrega ilegal de armas (artículo 189 bis del Código Penal), frecuentemente se trata de "esquemas complejos y organizados" en los que participan múltiples actores, incluyendo a los usuarios legítimos, gestores, armerías y las propias organizaciones delictivas.

Las autoridades advierten que estas maniobras pueden derivar en la comisión de otros delitos graves, como asociación ilícita, falsificación de documentos públicos o contrabando.

La UFIARM concluye que su trabajo busca "fortalecer las capacidades institucionales en la identificación y prevención de desvíos de material controlado", promoviendo una cooperación interinstitucional e investigativa que articule la lucha contra entramados que representan un serio peligro para la seguridad ciudadana.