Imagen
Un joven, con antecedentes de adicciones, protagonizó un doble episodio de extrema violencia en su domicilio, agrediendo primero a un oficial de policía y, posteriormente, hiriendo a un enfermero que acudió a brindarle asistencia. El trabajador sanitario fue trasladado al hospital local, donde afortunadamente se recupera y está fuera de peligro. La justicia ya ha iniciado una investigación para esclarecer el suceso, que tuvo lugar el martes al mediodía.

Ataque inicial a la Policía

La secuencia de hechos comenzó cuando una madre, sumamente alarmada, se comunicó con la Comisaría 25 para reportar una situación de crisis con su hijo. La mujer informó que el joven, quien enfrenta problemas de consumo de sustancias, estaba manifestando un comportamiento errático y amenazando con autolesionarse.

Una patrulla se dirigió de inmediato a la vivienda, situada en la intersección de Costanera y Formosa. Al notar la llegada de los uniformados, el hombre mayor de edad salió de la casa y atacó directamente a uno de los agentes, golpeándolo en el brazo con un palo. Tras la agresión, el atacante logró evadir a la policía y se dio a la fuga en su vehículo particular.

El personal sanitario se convierte en blanco

Poco después del incidente con la policía, la misma mujer solicitó la presencia de una ambulancia al hospital de la zona. Un equipo de emergencia —compuesto por el conductor, un camillero y un enfermero— llegó al lugar. Sin embargo, la situación escaló a niveles aún más peligrosos.

El joven, en un arrebato de furia, se lanzó contra el personal de salud. Primero, los amenazó con un cuchillo que se encontraba sobre una mesa cercana. Luego, arrojó objetos contundentes, impactando al enfermero: una piedra y un frasco de vidrio le provocaron cortes en el abdomen y el codo.

La peor parte del asalto ocurrió cuando el paciente tomó una asada (azada) con forma de hacha y persiguió al enfermero, blandiendo el arma con intención intimidatoria mientras este intentaba escapar. El herido fue rápidamente llevado al centro asistencial para recibir atención médica.

El grave incidente subraya la creciente complejidad y riesgo que enfrentan tanto las fuerzas de seguridad como los equipos de salud en situaciones donde el consumo de sustancias psicoactivas desencadena conductas de alta peligrosidad, afectando tanto a la persona en crisis como a quienes intentan socorrerla.