Un drástico cambio ha sacudido la investigación de una tragedia ocurrida el mes pasado en Río Cuarto, donde una explosión y posterior incendio en una vivienda cobró la vida de dos mujeres. La única sobreviviente del suceso ha sido formalmente acusada y puesta bajo detención domiciliaria, imputada por doble homicidio calificado por el vínculo familiar.
El fatídico incidente tuvo lugar el pasado 30 de septiembre. El fuego, provocado por la deflagración de una garrafa de gas, consumió el domicilio. Una de las víctimas, la madre de 84 años, murió de forma instantánea. Su hermana, de 57 años, fue trasladada con urgencia al Hospital San Antonio de Padua, donde falleció horas después.
La detenida es Mónica Rigotti, de 63 años. La Justicia la considera la autora material del crimen, responsable de haber manipulado el artefacto de gas con la intención de generar la explosión que resultó fatal para sus parientes.
Acusación de intencionalidad y motivos bajo investigación
La propia Rigotti resultó con quemaduras graves en el episodio. Una vez estabilizado su estado de salud, el Ministerio Público dispuso su aprehensión. Debido a su delicada condición, la detención se dictó bajo la modalidad domiciliaria, permaneciendo al cuidado de otros familiares y requiriendo curaciones médicas diarias.
El fiscal de instrucción Daniel Miralles fue enfático al declarar a la prensa local que el caso trasciende la categoría de un simple accidente. "Las evidencias recabadas nos permiten afirmar que existió una clara intención de causar la explosión", sostuvo el funcionario judicial.
La línea de investigación sugiere que Rigotti habría trasladado a las víctimas desde una residencia geriátrica, donde estaban bajo su tutela, a un departamento anexo a su propiedad poco tiempo antes del siniestro. Los investigadores barajan la hipótesis de que la mujer habría estado experimentando dificultades financieras para cubrir los gastos del hogar o del cuidado, lo que la habría llevado, por motivos aún bajo profundo análisis, a tomar