Un inaudito y gravísimo acto de irresponsabilidad se registró ayer martes en la ciudad de Córdoba, poniendo en peligro la vida de dos operarios. Un residente de un edificio decidió deliberadamente cortar las cuerdas de seguridad que sostenían a los trabajadores, quienes se encontraban suspendidos a gran altura instalando un cartel en una pared medianera.
Facundo Ledesma, uno de los damnificados, relató a un medio local el momento de tensión: su compañero, que estaba más abajo, comenzó a lanzar gritos desesperados alertando que alguien estaba seccionando las sogas.
El responsable, que actuaba desde una terraza contigua, justificaba su accionar argumentando que las cuerdas estaban "invadiendo su propiedad". En el momento del ataque, uno de los obreros colgaba a la altura de un séptimo piso.
Afortunadamente, el incidente no se transformó en una tragedia fatal debido a la precaución de los trabajadores: el operario afectado se había asegurado previamente a una cuerda de seguridad adicional. Sin esta medida preventiva, la acción del vecino habría tenido consecuencias mortales. El suceso ha generado gran indignación y pone en relieve la peligrosidad de la imprudencia vecinal en el ámbito de la seguridad laboral.