La localidad cordobesa de Villa María se encuentra consternada tras el brutal homicidio de Mónica Viviana Salguero, de 62 años. El crimen, que exhibe una violencia extrema, culminó con la detención de su propio hijo, Carlos Daniel Gómez, de 38 años, quien convivía con la víctima en la vivienda del barrio Lamadrid.
Gómez ha sido formalmente imputado por homicidio doblemente agravado por el vínculo familiar y por haber mediado violencia de género.
Hallazgos forenses y evidencia de violencia extrema
El cuerpo de la señora Salguero fue descubierto con un total de 34 heridas de arma blanca, un número que subraya la saña del ataque. El informe de la autopsia detalló que las puñaladas presentaban, en promedio, cuatro centímetros de profundidad.
Entre las lesiones más críticas, se identificaron dos perforaciones en el área del tórax y el pulmón, y una herida fatal que comprometió directamente el corazón. La causa de muerte determinada por los forenses fue un shock hipovolémico, provocado por la pérdida masiva de sangre.
En el lugar del crimen, los investigadores incautaron el arma homicida, un cuchillo de cocina con rastros de sangre. También se encontró otro cuchillo que, se presume, fue usado por Mónica Salguero en un intento desesperado por defenderse del agresor.
Detención y el contexto del acusado
La detención de Gómez, quien está siendo investigado por la Fiscalía de Instrucción del Tercer Turno a cargo de René Bosio, fue resultado de un trabajo investigativo ágil. La fiscalía analizó imágenes de cámaras de seguridad, testimonios de vecinos y familiares, y realizó diversos interrogatorios que permitieron establecer la responsabilidad del hijo.
El Ministerio Público Fiscal ha confirmado que Carlos Gómez se encontraba bajo tratamiento psiquiátrico por padecer esquizofrenia. La Fiscalía continúa recopilando elementos probatorios para establecer con precisión la secuencia de los hechos que precedieron el ataque que acabó con la vida de Salguero.