La justicia puso fin a una larga fuga: Sergio Piñeiro, conocido con el alias de "Pelado" y condenado a cadena perpetua por su participación en el asesinato del barrabrava de River Gonzalo Acro, fue capturado en las afueras de Mina Clavero. El hombre, de 50 años, vivía con una identidad falsa y había logrado pasar desapercibido por casi una década.
Según informaron fuentes policiales, Piñeiro llevaba instalado en Villa Cura Brochero desde hacía ocho años, presentándose en la comunidad como Leandro Miguel Iglesias. Su actividad más reciente era la de director técnico del equipo de fútbol femenino del Club Atlético Santa Ana, una fachada que lo mantuvo alejado del foco de la justicia.
La captura, producto de una investigación conjunta entre la departamental San Alberto y la Policía Federal, tuvo lugar en Mina Clavero y efectivizó la orden de detención que pesaba sobre Piñeiro, uno de los responsables del crimen más notorio de las internas de las barras argentinas.
El Crimen que Dividió a la Tribuna
El asesinato de Acro en agosto de 2007 fue el sangriento resultado de la disputa por el poder de "Los Borrachos del Tablón". Acro formaba parte de la facción que se enfrentaba a los hermanos Schlenker, quienes fueron señalados como los instigadores del ataque.
La sentencia condenó a Piñeiro junto a cinco coautores e instigadores, entre ellos Ariel “Colo” Luna. El conflicto había escalado con episodios de violencia extrema dentro y fuera de las instalaciones del club, incluyendo combates a mano armada que culminaron con la agresión a balazos de Acro a la salida de un gimnasio en Villa Urquiza. La víctima luchó por su vida, pero falleció en el Hospital Pirovano, cerrando uno de los capítulos más oscuros en la historia de la violencia en el fútbol argentino.