Una situación de alarma se desató el jueves pasado en el CPEM 68 de Villa La Angostura luego de que se descubriera que un estudiante de 13 años portaba un arma en su mochila. El hallazgo obligó a la dirección del establecimiento a activar de inmediato el protocolo institucional de seguridad, requiriendo la presencia de las fuerzas de seguridad y la Defensoría de Menores. (foto ilustrativa)
Intervención policial y hallazgo del objeto
La preocupación surgió cerca de las 15 horas, cuando la conducción escolar recibió reportes de otros alumnos que alertaban sobre la posibilidad de que su compañero transportara un objeto sospechoso con apariencia de arma de fuego. Esta advertencia llevó al personal directivo a solicitar la intervención de la Comisaría 28.
Al llegar al colegio, los agentes se entrevistaron con el equipo directivo y con el propio adolescente. Durante el diálogo, el menor reconoció voluntariamente que llevaba el elemento dentro de su bolso.
Tras la revisión, se confirmó que el artefacto era una pistola de gas comprimido equipada con balines y un cargador. Aunque este tipo de réplica no se considera un arma de fuego letal, las autoridades confirmaron su potencial para causar lesiones.
El protocolo de actuación y el rol de la justicia
En cumplimiento de las normativas de seguridad escolar, la presencia del arma desencadenó una serie de acciones:
1.Secuestro del Arma: La pistola de balines fue incautada inmediatamente para asegurar que no se produjeran nuevos incidentes.
2.Notificación Familiar: Se informó de la situación a los padres del estudiante.
3.Defensoría de Menores: El caso escaló a la Defensoría de Menores, organismo que comenzará a trabajar con el joven y su familia para abordar las causas subyacentes del hecho y determinar los pasos de acompañamiento necesarios.
Debido a la naturaleza sensible de este tipo de episodios que involucran a menores, las fuentes oficiales optaron por la máxima discreción, absteniéndose de proporcionar detalles adicionales sobre el trasfondo del incidente.
Llamado a un abordaje integral
La aparición de un elemento con características de arma, incluso de gas comprimido, dentro de un centro educativo encendió una luz de alerta en toda la comunidad. Especialistas en seguridad y educación han señalado que estos sucesos requieren una estrategia de intervención integral que no solo se centre en la seguridad física inmediata, sino que también priorice la contención psicológica y social del alumno implicado, buscando entender el porqué de su accionar.