La Justicia argentina dictó un pedido de captura internacional para una maestra de 34 años acusada de un millonario fraude con tarjetas de crédito. La docente, que trabajaba como suplente en una escuela de Boedo, es la principal sospechosa de haber clonado los plásticos de sus compañeras para realizar 105 compras, con un gasto total de casi 3,7 millones de pesos, y luego huir a Europa.
Cómo se descubrió la estafa
La investigación, a cargo del fiscal Miguel Ángel Kessler, se inició tras una serie de denuncias de docentes que detectaron movimientos inusuales en sus cuentas. Los peritos judiciales analizaron las transacciones y encontraron un patrón: las compras se realizaban en los mismos comercios y también en plataformas de juegos online. El rastro de las cuentas bancarias asociadas a los juegos condujo a los padres de la sospechosa.
Entre las compras más notorias se encontraron pasajes aéreos para viajar a Europa. Fuentes de la causa revelaron que la mujer viajó en agosto del año pasado y no adquirió un pasaje de vuelta, lo que motivó el pedido de captura.
En el marco de la investigación, el padre de la acusada fue imputado formalmente y, tras admitir su participación en 22 de los hechos, firmó un acuerdo para restituir más de $1.200.000 a las maestras afectadas. La Justicia continúa investigando si la maestra cometió fraudes similares en otras instituciones educativas.