Una serie de enfrentamientos entre vecinos alteró la tranquilidad del barrio Z1, en el oeste neuquino, durante la noche del miércoles y la madrugada del jueves. Piedrazos, disparos e insultos obligaron a un fuerte despliegue policial, aunque no se registraron heridos ni se recibieron denuncias formales.
El comisario Eduardo Vergara, jefe de la Comisaría 18, informó a LU5 que el primer incidente ocurrió cerca de las 20 horas, cuando un grupo de jóvenes se dirigió a la vivienda de una familia con intenciones de atacarla con piedras. Al llegar los móviles policiales, los agresores se dispersaron, pero luego arrojaron proyectiles contra el personal. “No hubo lesionados, pero se debió hacer uso de escopetas para disuadir la situación”, señaló el jefe policial.
Horas más tarde, alrededor de las 2 de la madrugada, el mismo grupo —aunque reducido— volvió a acercarse a la vivienda previamente agredida. En esta segunda intervención, la Policía detuvo a dos personas: una mujer y su hijo menor de 16 años, quienes quedaron a disposición de la Comisaría de la Mujer y del Menor, respectivamente.
Según explicó Vergara, los disturbios se originan en una enemistad de larga data entre dos familias numerosas del barrio, conflicto que ya motivó allanamientos, secuestro de elementos y múltiples actuaciones judiciales. “Esa rivalidad provoca este tipo de disturbios cuando se encuentran en la vía pública”, detalló.
El comisario remarcó que, pese a la violencia de los episodios, no hubo personas lesionadas ni se secuestraron vainas servidas, aunque se inició un expediente de oficio. Para prevenir nuevos enfrentamientos, la Comisaría 18 reforzó el patrullaje en el sector.