Un llamado anónimo sobre una supuesta bomba generó pánico y obligó a una evacuación de emergencia en el hospital Pedro Moguillansky de Cipolletti. La situación, ya de por sí tensa, tomó un giro dramático y sorprendente cuando, en medio del despliegue policial en el estacionamiento, una mujer dio a luz a su bebé, asistida por el equipo médico que había sido evacuado.
Todo comenzó pasadas las 13:30 horas, cuando una alerta telefónica al 109 de Protección Civil advirtió sobre un artefacto explosivo en el centro de salud. De inmediato, se activó un operativo de seguridad que incluyó el despliegue de efectivos de la Comisaría 24°, bomberos, Defensa Civil y una brigada de explosivos con perros entrenados.
La evacuación parcial del hospital se llevó a cabo con una urgencia que dejó a pacientes, algunos en sillas de ruedas y camillas, expuestos al frío y al viento en el playón del estacionamiento. Aunque la Guardia fue cerrada y se restringió el acceso vehicular, el personal de salud hizo todo lo posible para mantener a los pacientes estables, brindando atención en un entorno improvisado.
El momento más impactante de la jornada ocurrió cuando, en plena emergencia, una ambulancia llegó con una mujer en trabajo de parto. Al no poder ingresar al hospital, los médicos y enfermeros tuvieron que improvisar y atender el parto a la intemperie. La situación, que podría haber terminado en tragedia, tuvo un final feliz: el bebé nació sin complicaciones y, según fuentes del hospital, tanto la madre como el recién nacido se encuentran en excelente estado de salud.
Mientras esto sucedía, la brigada de explosivos y los perros especializados recorrían minuciosamente cada habitación y rincón del edificio. Tras una hora y media de búsqueda, cerca de las 15:00, el operativo concluyó sin encontrar ningún artefacto explosivo. La amenaza resultó ser una falsa alarma, y los pacientes y el personal pudieron regresar al interior del hospital.
Aunque el peligro pasó, el incidente dejó una profunda huella. Las autoridades han iniciado una investigación para dar con el responsable de la llamada, que generó un caos innecesario y puso en riesgo la vida de pacientes, personal médico y de quienes se encontraban en el lugar. Este tipo de situaciones ya ha ocurrido en otros hospitales de la región, como el de Roca, lo que genera una preocupación creciente en la comunidad.