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En una audiencia judicial que generó sorpresa, un hombre acusado de perseguir y acosar a una joven el pasado 6 de abril en Comodoro Rivadavia justificó su violento comportamiento alegando que pensó que la víctima era "un demonio" debido a los efectos de sustancias. El agresor reconoció el ataque, que comenzó en una parada de colectivo y se prolongó dentro de la unidad, quedando registrado por la cámara de seguridad.

La agresión ocurrió cerca de las 7 de la mañana del domingo 6 de abril. Natalia, la víctima, esperaba el colectivo de la línea 5 en el barrio Pueyrredón para ir a trabajar cuando fue acosada por el hombre en la parada. El agresor subió detrás de ella al colectivo y continuó con el ataque, ante la inacción de algunos pasajeros que observaban sin intervenir.

Testimonio del agresor y medidas judiciales

Durante la audiencia de este martes, el acusado, cuya identidad no fue difundida para preservar la intimidad de la víctima, admitió los hechos filmados. Sin embargo, buscó deslindar responsabilidades al atribuir su conducta a problemas de adicciones, que, según él, le generaron confusión y alteraron su estado de ánimo, volviéndolo agresivo.

Tras escuchar su testimonio, la Justicia formalizó la investigación por seis meses y dictaminó que el agresor deberá someterse a una pericia psiquiátrica e ingresar obligatoriamente a un centro de recuperación mental.

El duro momento de la víctima

Natalia estuvo presente durante toda la declaración de su atacante. "Fue muy difícil volver a verlo. Escuchar su voz fue como volver a ese momento… no fue nada agradable", expresó la joven visiblemente afectada tras la audiencia.

La víctima reveló que había vuelto a cruzarse con su agresor después del ataque, pero en esa ocasión él no la había reconocido. "Lo crucé una vez después del ataque, pero no me recordaba. Hoy sí, dijo que se acordaba de todo", relató. Aunque el acusado le pidió disculpas durante la audiencia, Natalia manifestó sus dudas sobre la sinceridad. "Se las acepté, pero no le creo. Lo único que quiero es que se haga justicia", declaró, aliviada por la rapidez de los trámites judiciales.

La escalada de violencia filmada y el valor del testimonio

Las cámaras de seguridad del colectivo registraron la secuencia completa del ataque. En las imágenes se escucha a Natalia gritar desesperadamente al subir a la unidad y refugiarse en el primer asiento. El agresor fuerza la puerta, sube insultándola y acosándola, abalanzándose sobre ella. Natalia logra defenderse con patadas para mantenerlo alejado, mientras otro pasajero mira atónito.

Fue la conductora del colectivo quien intervino, deteniendo la unidad y negándose a avanzar si el violento no se bajaba. Se escuchó al agresor continuar con amenazas desde el asiento trasero, para finalmente descender y golpear las ventanillas del colectivo.

El video se viralizó rápidamente en redes sociales, y junto con la descripción de la joven a la policía, fueron clave para identificar al atacante: un hombre de aproximadamente 1,60 metro de altura, con un buzo negro, zapatillas claras y la falta de un diente.

Poco después del incidente, Natalia había relatado a ADNSUR cómo se desarrollaron los hechos. "Estaba en la parada esperando el colectivo cuando el agresor llegó cantando, aparentemente drogado", indicó. La situación escaló cuando el hombre comenzó a acercarse, a bajarse los pantalones y a realizar movimientos obscenos. "Me tomó de la cara, lo empujé y salí corriendo al bulevar", detalló. A pesar de lograr comunicarse con el 101, el agresor la persiguió y le arrojó un bloque, sin impactarla. "Todo el tiempo fue agredirme verbalmente", describió la víctima, quien realizó la denuncia inmediatamente, buscando que "uno quiere salir a trabajar tranquila y que no te pasen estas situaciones".