La trágica muerte de Aralí Vivas, la niña de 8 años hallada sin vida en su casa de la localidad de Brinkmann el 2 de noviembre de 2024, continúa conmocionando a toda la provincia de Córdoba. Lo que en un principio pareció un accidente por incendio, se reveló como un abuso sexual seguido de un brutal crimen, tras las pruebas recolectadas por la fiscalía de Morteros.
Por el femicidio de Aralí, hay tres personas imputadas y acusadas: su madre, Rocío Rauch, el padrastro, Ezequiel Simeone, y un amigo de este, Cristian Varela. Rauch está señalada como partícipe necesario del abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo, mientras que Simeone y Varela enfrentan cargos por homicidio criminis causa y por mediar violencia de género.
Por primera vez desde el horror, Rocío Rauch rompió el silencio en exclusiva con Noticiero Doce. La madre de la pequeña Aralí recordó aquel fatídico día cuando, estando en Morteros, recibió la llamada de su hermana informándole de un incendio en su casa y que Aralí había "quedado adentro". "Cuando llegué, la casa estaba completamente incendiada y nadie me quería decir que mi hija había fallecido", relató conmovida.
La Versión del Padrastro y las Primeras Dudas
Rauch recordó que al llegar al lugar, su pareja, Ezequiel Simeone, estaba "del otro lado de una cinta" junto a Cristian Varela, ambos "muy tranquilos". Al preguntarle a Simeone lo sucedido, él le dijo que "se había ido a llevar a los nenes a la plaza y había dejado la nena sola porque la había retado y la había mandado a su pieza y se había olvidado un encendedor y que él suponía que la niña había prendido fuego".
Esta versión del encendedor encendió una "lámpara" de alarma en Rauch. "Yo como mamá la conocía mucho y Aralí no era de jugar con fuego", afirmó, remarcando la inusual tranquilidad de su pareja ante la tragedia. Luego, la Policía le informó que Simeone sería trasladado a la comisaría por ser "la última persona que había visto a la nena con vida".
Abuso y asesinato: un crimen para ocultar otro
La autopsia al cuerpo de Aralí fue contundente: la pequeña fue abusada antes de ser asesinada. La Justicia sostiene que el padrastro y su amigo la mataron para ocultar ese delito previo. Consultada sobre si sospechaba de abusos por parte de Simeone hacia su hija, Rauch afirmó que jamás vio "una reacción rara de él hacia mi hija, ni de Aralí un cierto rechazo hacia él".
"Yo creo que hubiera reaccionado de otra forma si ellos desde el principio me hubieran dicho: 'Rocío esto no fue un accidente, fue un incendio provocado´", sostuvo la mujer de 28 años. "Después me empiezo a enterar de que no había sido un accidente y lo que cometieron con Aralí fue desastroso", agregó.
Sobre el estado de Simeone aquella noche, Rauch lo vio "medio raro", explicando que su pareja consumía "en ocasiones" y que habían "hecho un tratamiento en el RAC de Brinkmann para salir de las adicciones". A pesar de que en el cuerpo de la niña se halló material genético masculino, Rocío Rauch remarcó que "no hay pruebas" que confirmen que su pareja fue el abusador, aunque sí confirmó la violación. "Con lo que ha hecho de prender fuego a mí me da mucho a pensar", reconoció sobre Simeone.
La madre de Aralí insistió en que su hija le hubiera contado cualquier situación de abuso, ya que le había enseñado "que ciertas partes de su cuerpo no se tocaban y que si alguien les hacía algo" se lo tenían que decir. Además, relató que el vínculo entre Aralí y Simeone era muy unido, al punto que las maestras le contaban que la niña se alegraba cuando él la buscaba en el colegio, llamándolo "mi papá".
La noche fatal y el pedido de justicia
Rocío Rauch no estaba en su casa en el momento del crimen. Contó que, según lo que le dijeron, "él se ha retirado a cierta hora de la noche dejándolo a Cristian solo con todos los nenes, se los culpa a los dos". "Yo no te puedo decir si fue así o no, lo único que te puedo decir es que mi hija ya no está", lamentó.
La madre de Aralí Vivas concluyó su testimonio asegurando que está "pagando injustamente detrás de las rejas". "Me acusan de algo horrible, realmente horrible", se defendió, pidiendo Justicia "por ella, por mí, por sus hermanitos y por todas las personas que sufrimos". "Solo pido que abran los ojos y que vean que yo no tengo nada que ver y que jamás hubiera querido que esto le pasara a mi hija", finalizó, clamando por su inocencia y el esclarecimiento total de la verdad.