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El barrio Zani, repentinamente comenzó a sufrir una ola de robos. En pocos días, unas 72 horas, hubo entre 5 y 6 sucesos que incluyeron dos robos retirados a un comercio y un tercer intento, donde hicieron un boquete.

En el Zani no había mayores sucesos de inseguridad hasta la semana pasada. De un momento a otro, hubo un robo a un hombre que caminaba por la vía pública alrededor de las 12,45, a plena luz del día. Un malviviente lo golpeó "de atrás", lo hizo caer y se llevó el celular de la víctima.

En esas mismas jornadas, la madrugada del viernes y del sábado, un comercio sufrió dos robos. El primero de esos días, el ladrón logró ingresar al local y se tomó el tiempo de perforar una pared de durlock que dividía un depósito del área principal del negocio. Una vez dentro, se apoderó del dinero de la caja y diversas mercaderías. Además, dejó gaseosas y cervezas preparadas en una casa en construcción contigua al comercio.

En el segundo hecho, el objetivo del ladrón fue un auto estacionado en las inmediaciones del local. Forzó el vehículo y se llevó la batería.

Este domingo, en tanto, hizo un boquete en la pared del local comercial aunque no alcanzó a perpetrar el robo porque un vecino dio aviso a los propietarios del lugar y debió retirarse.

"A media cuadra, solo se ve de antenoche un muchacho pasar por su vereda todo tapado. Se ve con algo abajo del brazo. Porque antenoche cuando un vecino nos aviso, y acudimos al lugar, el vecino lo vio que iba por Nahueve en dirección a las 500. Con la batería del auto y cerveza. Y en el rango horario la cámara de la vecina solo captó a ese muchacho", explicaron las víctimas.